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Carcedo no oculta la pena por el rechazo a los Presupuestos: "Seguiremos trabajando, y para ganar las elecciones"

La Ministra de Sanidad relata a LA NUEVA ESPAÑA su visión de la jornada: "A Pedro Sánchez lo veo bien; está acostumbrado a momentos duros"

Carcedo saluda al abandonar el Congreso de los Diputados. MODEMPRESS

Que no cunda la alarma, pero la ministra de Sanidad está afónica y algo resfriada. María Luisa Carcedo (Santa Bárbara, San Martín del Rey Aurelio, 1953) es una ministra aplicada en el hemiciclo. En la jornada en la que su Gobierno, el de Pedro Sánchez, se jugó su futuro y continuidad, y sufrió el revolcón de los independentistas a sus presupuestos dejándolo a los pies de los caballos de una probable convocatoria de elecciones, Carcedo llegó puntual al Congreso de los Diputados y permaneció dentro del hemiciclo, en la bancada azul del Gobierno, durante todo el debate presupuestario. A poca distancia, y detrás, gesticulaba Pablo Casado.

"Estoy apenada porque hay muchísimos españoles y españolas que iban a beneficiarse de estos presupuestos y no va a ser posible", explica tras el debate parlamentario a LA NUEVA ESPAÑA, que fue testigo directo de cómo vivieron la jornada la ministra y la portavoz parlamentaria del PSOE, la también asturiana Adriana Lastra. Es evidente la simpatía entre ambas. Las cámaras de este periódico recogieron el gesto de emoción de Carcedo al asistir como espectadora al afectuoso beso entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Adriana Lastra después de la encendida intervención de la asturiana en la infructuosa defensa de unos Presupuestos que la mayoría de la Cámara se encargó de tumbar. Carcedo la aplaudió con entusiasmo durante su discurso.

La Ministra no tiene dudas a la hora de señalar culpables: "Lo ha hecho imposible esta derecha trina (en referencia al triplete PP-Ciudadanos y Vox) que quedó negro sobre blanco en la foto del domingo pasado (de la manifestación celebrada en Madrid contra la negociación con los separatistas catalanes)". "Están ocupados en las políticas de las banderas y no en las políticas de los servicios públicos, de modernizar la economía, de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores", asegura la titular de Sanidad.

Carcedo no quiere hablar aún de elecciones anticipadas; ni especular con un calendario que parece conocer, aunque ella lo niega: "Eso es competencia del presidente del Gobierno", recalca. Con Pedro Sánchez su relación es cercana. De hecho, durante la sesión de ayer tuvieron ocasión de hablar brevemente: "Lo veo bien. Está acostumbrado a pasar momentos complicados y éste es uno de ellos".

La ministra no oculta su desazón ante la situación futura del Gobierno: "La política es así. Los números son los números. Personalmente te duele que no puedan aprobarse unos presupuestos que son los que necesita el país. No sólo para una reversión de los recortes que se habían hecho, sino como país, como imagen de país. Suponían un impulso para amortiguar las desigualdades del país. Era un paso muy importante para dar una idea de país diferente", señala.

Pero se queda con una lectura positiva: "Tenemos que poner en valor el haber tenido la oportunidad de poner en marcha muchísimas políticas: el plan de calidad del empleo, el plan de empleo juvenil, la universalización de la sanidad, el acuerdo con los autónomos...". La relación de medidas tiene cierto regusto a balance. Pero no claudica: "Vamos a seguir trabajando mientras estemos aquí. Vamos a intentar ganar las elecciones, por supuestísimo".

La sesión de ayer también dejó momentos divertidos, como los gestos de su vecino de asiento Pedro Duque, ministro de Ciencia, con quien Carcedo tiene especial afinidad: "Siempre le pregunto por cuestiones científicas. Yo tengo mucha curiosidad. Es un placer hablar con él", asegura.

Una vez sentenciado a muerte el Presupuesto de Sánchez, Carcedo es de las últimas en abandonar el hemiciclo y se dirige a su despacho ministerial, situado a poca distancia: "Hay tanto que hacer en este Ministerio... Estamos aquí sin perder un minuto, encantados incluso de no descansar". Mañana mismo, viernes, se verá si Sánchez pone plazo a esta dulce etapa de Carcedo.

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