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La causa contra el soberanismo | Jornada 22

Una insurrección sin detenidos

"Cataluña era un polvorín", afirma el teniente coronel que dirigió la investigación del "procés"

Andreu Van den Eynde. EFE

Los sucesos del 20 de septiembre en Barcelona y otras localidades, con las movilizaciones en torno a registros judiciales e inspecciones para la incautación de material, marcaron un punto de inflexión en el conflicto soberanista. Después de ese momento, el proceso entró "en un clima claramente insurreccional", Cataluña "era un polvorín", pero no hubo detenciones antes del referéndum ilegal del 1 de octubre "para evitar males mayores". Ese sería el precipitado de más de seis horas de declaración del teniente coronel de la Guardia Civil, cuyo testimonio, como máximo responsable del conjunto de las investigaciones abiertas en torno a la consulta soberanista, se presentaba a priori como una de las piezas clave de la vista oral.

Baena, jefe de policía judicial de la Guardia Civil en Cataluña, contaba a su favor con la baza del conocimiento global de todo lo indagado, que se concentra en 20.000 folios. En contra jugaba la sospecha, activada por las defensas desde la primera jornada de la vista oral, de que es además un activo tuitero contra el independentismo, lo que arruinaría la credibilidad de su declaración y predeterminaría la orientación de sus investigaciones. Cualquier pregunta de los abogados sobre este aspecto choca con la cortapisa de que no está permitido indagar sobe la ideología de quienes declaran a efectos de desacreditar su testimonio. Sabiendo a lo que se exponía en caso des desviarse, Andreu Van den Eynde, el defensor de Oriol Junqueras y Raül Romeva, preguntó al instructor de los atestados si era el administrador bajo el seudónimo de Tácito de una cuenta de Twitter caracterizada por su beligerancia contra el independentismo. Baena lo negó con una explicación confusa. La sala de lo penal del Supremo rechazó meses atrás, por considerar que era ajena a la causa, la pretensión de algunos de los abogados de reclamar que los responsables de la red social identificaran al titular de dicha cuenta.

Frente a las preguntas con las que las defensas trataban de cuestionar la orientación de su investigación, Baena sostuvo que actuó siempre siguiendo las directrices de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y el juzgado número 13 de Barcelona. Con un "investigamos a personas que hacen cosas", rechazó cualquier sospecha de sus indagaciones se centraran en ideas políticas o entidades administrativas.

En los registros en el domicilio de Josep María Jové, el "número dos" de Junqueras en Economía hallaron dos de las que, en apariencia, serían las piezas documentales capitales para desvelar la armazón política y la hoja ruta del proceso secesionista. La moleskine de Jové y el documento "Enfocats", un power point de 41 páginas, trazarían las líneas maestras de un desafío en el que "el referéndum era la piedra angular sobre la que pivotaba todo, la condición imprescindible para poner al Estado en situación de conflicto", según Baena. Pese a que ninguno de los acusados da validez a esos documentos, el testigo, quien en la red se presentaba en ocasiones como politólogo por ser licenciado en Ciencias Políticas, mostró su convicción de que los hechos ocurridos vienen a corroborar que en lo incautado a Jové se trazaban las líneas maestras de lo después ejecutado.

Xavier Melero, el abogado del exconsejero Forn, uno de los más sólidos en la construcción de la línea de defensa de su cliente, puso en evidencia que en la moleskine de Jové se deja constancia de que los Mossos se atendrán a las órdenes de los jueces, lo que Baena reconoció. Melero protestó al magistrado Marchena por el uso reiterado por parte del testigo del término "insurrección", lo que el presidente del tribunal permitió aunque bajo advertencia de que la expresión carece de relevancia para los jueces que integran la sala.

A preguntas de la fiscal Consuelo Magistral a propósito de la acusación de malversación, el teniente coronel apuntó que los "acuerdos marco" que la Generalitat tenía establecidos con diversos proveedores de servicios sirvieron para financiar la consulta soberanista y "facilitaron la ocultación de gastos".

El que se presuponía un testimonio clave quedó menguado por las alusiones de Baena a todo lo que ya consta por escrito, con la reiteración, en especial a preguntas de las defensas, de la respuesta "si está en las diligencias, así será" o "lo que conste en las diligencias". Como validez para el tribunal, sin embargo, "es más sano lo que se diga aquí (en la sala) y que no esté en un atestado", avisó Marchena.

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