El exdiputado del SPD alemán Bernhard Felix von Grünberg estrenó ayer la traducción consecutiva en el juicio del "procés". El testigo relató que viajó a Cataluña, con motivo del 1-O, por "interés político y personal", no en misión de "observación electoral", y que el viaje se lo pagó de su bolsillo porque quería "mantener la independencia".
Todo lo contrario, la neozelandesa Helena Catt declaró que Diplocat costeó los salarios y dietas de los 12 miembros de su equipo. Cada uno facturó de forma "autónoma" y ella percibió 8.000 euros por dirigir "un proyecto de investigación", no de "validación" del resultado del 1-O. El 2 de octubre, Catt denunció "numerosas y repetidas violaciones de derechos civiles y humanos" el día del referéndum.