El atril con la placa que recuerda las torturas que se cometieron en la jefatura de policía de la Via Laietana durante el franquismo, que instaló el Ayuntamiento de Barcelona el pasado martes, día 26, ha aparecido este jueves quemada.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha informado en su perfil de Twitter que la placa será repuesta "tantas veces como sea necesario" y ha resaltado que el atril que denunciaba la represión franquista como elemento de memoria histórica "ha servido para que se hagan públicos los relatos de centenares de víctimas de terribles torturas durante el franquismo".

"Ahora que un grupo fascista la ha atacado, aún con más convicción y respeto la volveremos a poner. Tantas veces como sea necesario", ha añadido la alcaldesa.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, también ha explicado que el atril que recuerda las torturas franquistas en el edificio de la Policía Nacional en la Via Laietana ha sido "dañado por un grupúsculo ultra que ha reivindicado el ataque".

"Inútil que intenten silenciar la memoria. Restauraremos la placa e investigaremos a los responsables. En Barcelona no callaremos", ha añadido Pisarello.

"Las 72 horas que en 1973 pasé ahí en un calabozo, entre interrogatorios nada amables, son de las cosas que no se olvidan. Fue un alivio ir al juzgado y luego a La Modelo con un centenar más de detenidos de la Assemblea de Catalunya. No es una placa ofensiva. Es memoria necesaria", ha escrito el comisionado de Cultura y número dos en la candidatura de Ada Colau, Joan Subirats.

La instalación de la placa en recuerdo de la represión franquista que se ejerció en el edificio policial de la Via Laietana ha suscitado polémica.

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) emitió ayer un comunicado en el que denunciaba "el abandono institucional" y los "ataques" a la Policía Nacional en Cataluña y en el que exigía que se retirase la placa porque considera que les estigmatiza.

También la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos, Carina Mejías, ha calificado de "ofensiva" la placa "frente a la comisaría de Policía de Via Laietana, denominándola sede de la represión ante la mirada atónita de los policías que se juegan su vida a diario para proteger nuestra seguridad y defender nuestra libertad".

Varias entidades han impulsado una campaña de recogida de firmas para que el edificio de Jefatura de Policía en la Via Laietana de Barcelona pase a manos de la Generalitat o del Ayuntamiento de la ciudad para convertirse en un centro dedicado a la memoria sobre la tortura durante el franquismo.

En la placa que ha aparecido quemada se podía leer que el edificio de Jefatura, en el número 43 de Via Laietana, es el "espacio más emblemático de la represión política de la ciudad".

Pisarello ha recordado que la iniciativa de instalar esta placa "es una continuación de las actuaciones memoriales que se han realizado en el castillo de Montjuïc y en la cárcel Modelo".