El operativo de control y extinción del incendio se mantiene en 114 efectivos. También las tareas de los helicópteros, para verter agua sobre los parajes afectados a las 7:30, 8:00 y 8:45 horas. Esta actuación de las aeronaves se aplica para favorecer los descansos y relevos de las tripulaciones, a la vez que se garantiza la continuidad en los vuelos.

La pala mecánica (bulldozer) del Ejército permitió llegar hasta la zona más conflictiva y el personal del operativo pudo trabajar y atacar el fuego. Las bajas temperaturas y la pérdida de fuerza del viento también ayudaron a las labores de extinción.

El fuego, que comenzó en la tarde de este miércoles en la Cañada de los Guancheros, en el Parque Nacional del Teide, había quemado anoche unas 14 hectáreas de terreno de retamas y otros arbustos. El viento, la humedad relativa muy baja y la dificultad para llegar a la zona afectada por el fuego con vehículos complicaron las tareas para frenar un incendio que, cuanto menos, resultaba preocupante por su clara tendencia a introducirse en el pinar del municipio de San Juan de la Rambla.

Las llamas fueron detectadas a las 15:52 horas en un terreno llano. Las primeras fotografías captadas por los recursos de seguridad indicaban que la superficie afectada no era superior a 1.000 metros cuadrados.

En ese momento, únicamente había en el área ocho operarios de la Brigada Forestal (Brifor) del Cabildo. Los otros trabajadores de dicha unidad estaban en otros puntos de la Isla y algunos tardaron hasta dos horas en llegar al espacio en el que se desarrollaba el fuego.

El fuerte viento existente en ese enclave del Parque Nacional extendió rápidamente las llamas de forma lineal, sin que se propagaran excesivamente hacia los lados. Uno de los flancos se dirigió hacia la pared de La Fortaleza, donde estaba previsto que se extinguiera. En cambio, el otro, el denominado izquierdo, avanzaba anoche hacia la referida área de pinos en San Juan de la Rambla.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, expuso la dificultad de los servicios de emergencias para acceder a la zona afectada por el fuego.

El director de Extinción de la Corporación Insular, José María Linares, señaló que, al aproximarse a La Fortaleza, la vegetación arbustiva del lugar era más abundante, y esa circunstancia intensificó la fuerza del incendio durante la tarde de este miércoles y complicó los trabajos de extinción.

Una de las esperanzas de las autoridades insulares era el descenso de temperaturas previsto para la madrugada, que contemplaba diez u once grados centígrados en el área del fuego.

Según Linares, también se esperaba que la fuerza del viento se redujera sensiblemente durante la medianoche y la madrugada.

Sin embargo, la humedad relativa prevista era muy baja, y ese factor resulta un condicionante muy fuerte en la propagación de los incendios.

El director de Extinción del Cabildo reconoció que un factor desfavorable era que no se pudiera llegar a la zona con vehículos ni con agua por los medios terrestres.

Indicó que hacer frente a las llamas con herramientas manuales convierte el trabajo en muy "tedioso y complicado".

El técnico del Cabildo señaló a las 21:45 horas de anoche que "las últimas noticias son alentadoras, pero hay trabajo para toda la noche". El operativo de extinción previsto lo integran 34 miembros de la Brifor, 72 integrantes de la Unidad Militar de Emergencias y personal de Cruz Roja para intervenir en caso de que haya heridos.

Fuertes rachas de viento

'El Día' pudo comprobar anoche que las rachas de viento eran fuertes en el Parque Nacional a las 22:30 horas. Las llamas bajas se extendían en dirección sur-norte en una línea de casi un kilómetro de largo. Así se percibía desde Izaña.

Intervención con una pala

José María Linares indicó que la UME utilizará una pala retroexcavadora para intentar abrir paso hacia la zona por la que se extiende el fuego, con la finalidad de que puedan pasar vehículos y facilitar la extensión de las mangueras.

Este miércoles se habilitó un depósito de agua a 1.300 metros de altitud. La UME, bomberos y la Brifor se desplegaron en la zona del incendio, en El Portillo y en el centro de visitantes del Teide. Varios efectivos se adentraron hacia el foco del flanco izquierdo desde la carretera entre El Portillo y La Orotava para intentar frenarlo desde la parte baja.

Los recursos estaban por la noche refrescando aquellas zonas a las que se aproximaban las llamas y ansiaban el descenso de la temperatura, según los testimonios recogidos por 'El Día'. Minutos antes de la medianoche se percibía un descenso de la intensidad del fuego y el esfuerzo del operativo empezaba a dar resultados.