La secretaria general del Sindicato Unificado de Policía (mayoritario en el cuerpo de agentes del orden), abre con esta entrevista los encuentros que LA NUEVA ESPAÑA va a mantener en los próximos días con los representantes de los funcionarios que estos días preparan las elecciones al Consejo de la Policía.

Estas elecciones al Consejo de la Policía vienen marcadas por las protestas de los últimos meses de los agentes. ¿Cuál es la razón de que estallara ahora la protesta por la equiparación?

Mas que unas elecciones marcadas por las protestas, a nuestro entender, son comicios que pasarán a la historia por la culminación de dos de los tres tramos de la equiparación salarial de las FFCCSE con las Policías Autonómicas. A la espera de la ejecución de la tercera y últimafase prevista para el desarrollo íntegro del acuerdo, un policía nacional percibe a día de hoy en su nómina,unos 380 euros brutos más que hace 17 meses. No obstante es cierto que en alguna medida ha estallado una especie de protesta por la equiparación, pero no proviene de los que se han beneficiado de ella, que realmente son todos los policías, sino de aquellos que además de beneficiarse de ella, porque ninguno ha devuelto el dinero, han visto frustradas en este éxito sus expectativas electorales para las elecciones del 19 de junio, puesto que se han quedado sin argumentos, ya que la equiparación salarial ciertamente se está consiguiendo. Pese a los agoreros y a organizaciones contrarias a la firma del acuerdo que se muestran resentidos respecto al logro conseguido, nuestra organización está convencida del éxito de la negociación. Y quizá también haya que tener en cuenta que la razón que desencadenó la dinamización por la equiparación, tras los 30 años de retraso y promesas incumplidas por los sucesivosGobiernos, hayque buscarla en el apoyo ciudadano, mediático e institucional sin precedentes a los trabajadores de la seguridad pública ante sucesos tales como el fatal atentado de Barcelona con la discriminación institucional hacia la Policía Nacional y la Guardia Civil ejercida desde la Generalitat de Cataluña.

El SUP acude a las urnas, como hace años viene haciéndolo, como el sindicato mayoritario. ¿Revalidará el título?

Ese es nuestro objetivo. Sin ninguna duda, nuestro trabajo y esfuerzo son el mejor aval que podemosofrecer a los policías nacionales. Hace ya 6 años, desde que soy secretaria general asumimos la responsabilidad de tomar las riendas de nuestra Organización y todos nuestros esfuerzos se focalizan en sacar adelante el trabajo sindical. Una asistencia jurídica especializada y profesional, la gestión de cuantas reivindicaciones laborales se plantean a lo largo de nuestra geografía, formación presencial y online reforzada en muchos casos por ponentes o profesionales referentes en la materia abordada, y el contrato de unos servicios absolutamente fiables y de calidad, constituyen el eje principal de la actividad del SUP.Para dotar de la mayor calidad a nuestros servicios, hubo que ignorar polémicas estériles con otras organizaciones, que lejos de aportar,suponían un derroche estéril de trabajo. Los resultados después de esos seis años creemos que hablan por sí solos. Por todo el trabajo desarrollado, nuestra seriedad y rigor sí que esperamos que nuestros compañeros reconozcan nuestro trabajo y el próximo día 19 de junio voten al SUP y continuemos siendo el sindicato mayoritario de la Policía.

¿Se está avanzando en esa petición de la igualdad salarial?

No sólo se está avanzandosino que ya es una realidad que culminaremos en 2020. Pese a las polémicas con el estudio realizado por la Consultora Ernst&Young, un policía nacional cobrará el próximo año 561 euros brutos más. Quedan deberes que hacer, en ello estamos y nos comprometemos a seguir luchando para que sean una realidad. El acuerdo de equiparación establece expresamente en su cláusulaoctava que “el Ministerio del Interior impulsará las medidas legislativas que sean necesarias para garantizar que en el futuro no se pueda producir una disfunción salarial entre las policías que realicen las mismas funciones”. Por este motivo, el SUP está trabajando con el Gobierno y resto de partidos políticos en la presentación de una Ley de Retribuciones específica, donde tratar y regular cuestiones capitales para nuestro colectivo como las jubilaciones, indemnizaciones por desplazamiento, asistencias a juicios u horas extras.Este trabajo serio requiere tiempo, consenso político y, sobre todo, rigor. No se pueden lanzar mensajes capciosos, ni ambiguos a nuestro colectivo, ya que a la larga generarían frustración y desafección hacia las propias instituciones. Por tanto, hay una mesa de negociación que es la creada para alcanzarla equiparación salarial; y otra,que corresponderá a la Ley de Retribuciones que afecta a las cotizaciones, tributaciones o las clases pasivas del Estado, en las que nos encontramos la mayor parte delos funcionarios de este país.

¿Creen que tienen el apoyo ciudadano en sus protestas?

Sin duda. No sólo ese sino también el de una buena parte de los medios de comunicación. De no haberlo tenido, nuestra clase política no habría recogido el testigo y no se habría puesto manos a la obra, como lo hizo,para culminar el acuerdo de equiparación. Al margen de ello, conviene recordar, para tener una imagen clara de la relevancia de este logro, que en nuestro país hay otros muchos colectivos que, al igual que el nuestro, reclamanjustamente sus derechos laborales y económicos, por lo que debemos ser sensibles y conscientes de la realidad de nuestra sociedad.

¿Qué retos tendrá que afrontar el nuevo Consejo?

Primero decir que su actividad se rige por un Reglamento Provisional de Organización y Funcionamiento aprobado en 1987, algo que debería quedar solucionado, porque tiempo ha habido para elaborarlo. Tendrá que aspirar a ser un órgano con decisiones vinculantes y contribuir a avanzar en la consecución de los derechos de los policías que, como trabajadores, tenemos cercenados: negociación colectiva, régimen disciplinario anacrónico que victimiza doblemente en muchos casos a los policías nacionales, transparencia en procesos de adjudicación de puestos de trabajo y condecoraciones, etc. La intervención externaen la resolución del conflicto colectivo por un mediador, ya que actualmente se resuelve en el Consejo de Policía por la Administración que es parte interesada, lo que no deja de ser una incongruencia.

¿Tienen que tomar nota los sindicatos de lo que ha pasado y de lo que les exigen los agentes?

Por supuesto. Estamos en una época en la que los cambios están condicionando todos los órdenes de la sociedad. La política, los medios de comunicación, las redes sociales, los valoresestán en un proceso de transformación, alque los sindicatos policiales no somos ajenos. Ante la existencia de unos derechos ya consolidados como trabajadores y prácticamente incuestionables por un Gobierno de cualquier signo político, las exigencias de un policía para con su sindicato, sus necesidades o su relación, son radicalmente diferentes a las de hace 30 años. De ahí el giro que hace varios años hemos aplicado a nuestra organización, volcada totalmente en el trabajo riguroso, en la defensa firme de los derechos de nuestros compañeros y en hacer nuestro trabajo con total transparencia.

¿Están mal vistas las liberaciones sindicales?

Hay quien, intencionadamente, ha hecho un estigma de esta cuestión. Las liberaciones sindicales son exenciones del servicio policial, pero obviamente no de trabajo. Son horas legalmente establecidas para que una persona, un policía en este caso, las dedique a trabajar en el orden sindical. Son muchos los compañeros, delegados de un sindicato, que utilizan su tiempo librerestándoselo a su propia familia, para solucionar o sacar adelante los problemas de compañeros de su Unidad. En cualquier caso, los policías que han sido liberados de servicio por su organizaciónprestan apoyo y asesoramiento prácticamente las 24 horas del día a los afiliados. Obviamente, en nuestro propio colectivo puede haber de todo; pero nuestro objetivo es que la absoluta generalidad de los policías que ocupen estos puestos de trabajo dignifiquen la figura del liberado sindical; y al menos en nuestro sindicato, lo hemos conseguido.

¿Qué opinan de los nuevos movimientos que han surgido en el cuerpo al margen de los sindicatos?

En primer lugar dejar claro que surgen al margen de los sindicatos representativos, pero no al margen de algunos sindicatos policiales que aún no tiene representación en el Consejo y quieren conseguirla a cualquier precio. No creemos en el “aporta o aparta”, en la exclusión a la que se sometió a sindicatos de Policía Nacional y asociaciones de la Guardia Civil en algunas de las movilizaciones organizadas en demanda de la equiparación salarial. Tampoco podemos aceptarlos escraches sufridos por los sindicatos representativos en sus sedes por parte de algunos de compañeros, en la quema de carnés de afiliados, ni en los insultos y vejaciones personales sufridos por muchos policías miembros de sindicatos. Todos somos policías y, por eso, entendemos que a las organizaciones sindicales, representativas o no, nos unen muchasmás cuestiones en las que coincidimos trabajando que las que nos diferencian, por lo que invitamos a quienes sumen y arrimen el hombro en la defensa de los derechos de los trabajadores de la seguridad pública, pero siempre dentro del respeto al trabajo de los demás a luchar por conseguir mejoras en las condiciones laborales de nuestros compañeros.

Además de la equiparación, ¿qué otras necesidades tiene el Cuerpo?

Eliminar de la seguridad pública las restricciones presupuestarias que tanto daño han hecho a los medios de protección, flota de vehículos, medios de defensa intermedios, instalaciones policiales dignas, programas de acción social, retribuciones y un largo etcétera de ámbitos en los que un Gobierno de un país moderno debe aplicar todo el esfuerzo de inversión posible, como se debería hacer con la sanidad o educación, por ejemplo. En resumen, fijar la seguridad como uno de los pilares de nuestro Estado de bienestar, sin perder de vista la trascendencia económica que tiene para nuestro país que 85 millones de personas nos elijan cada año como destino turístico por excelencia por esa tranquilidad que encuentran dentro de nuestras fronteras. En contraposición a estas restricciones, asistimos al dispendio en medios y recursos públicos para dar cobertura a espectáculos privados, por los que no revierte cantidad alguna en mejora de medios para los policías. Actualmente hemos intensificando una campaña para la reclasificación de la Escala Básica al Grupo B de la Administración, como reconocimiento a la relevancia del trabajo realizado y a los requisitos exigidos para el acceso; algo que redundará en la mejora de las jubilaciones y de las pensiones de viudedad y orfandad. Y fundamentalmente tiene la necesidad de despegar de una vez por todas en el campo de la prevención de riesgos laborales, en donde a pesar de los años transcurridos aun tenemos por delante muchos aspectos en los que avanzar y que afectan a la seguridad de nuestros policías.

¿Tiene la sociedad cada vez mejor opinión de su policía?

Sin duda. Todos los estudios sociológicos así lo demuestran. La sociedad española valora a la Policía Nacional por encima de cualquier otra Institución. Y eso tiene que ver con nuestro trabajo, con sus resultados y con la cercanía a la ciudadanía a la que servimos.

¿Qué le piden al nuevo Gobierno?

Tenemos una amplia lista de mejoras pendientes, que forman parte de nuestro programa electoral. No todas van a lo económico, porque tenemos aún ámbitos en los desarrollar derechos laborales muy importantes para los policías nacionales. En estos cuatro años pretendemos trabajar en la aprobación de laLey de Retribuciones, reforma de laLey de condecoraciones, desarrollo de la Ley Orgánica de Régimen de Personal, reclasificación de la Escala Básica al Grupo B, actualización del CPT, elaboración de una Ley de Plantillas que complemente al CPT, implantación del sexto turno, la concreción del reingreso de los funcionarios de segunda actividad al servicio activo, ofertas de empleo público que estabilicen las plantillas y se diseñen con vistas a medio y largo plazo, inversión en recursos materiales y técnicos, carrera profesional, creación de especialidades, establecer mecanismos que impidan cualquier posibilidad de utilización políticade los integrantes de la Policía Nacional.

¿Cuál cree que es la mayor fortaleza de su organización?

La experiencia. En el SUP llevamos cuarenta años luchando por los derechos de los compañeros, desde tiempos en los que el ejercicio del sindicalismo en el ámbito policial era considerado un delito, puesto que estábamos en un Cuerpo de naturaleza militar. Esa experiencia ha evolucionado en estos años para incorporar la innovación y las nuevas tecnologías en la práctica sindical. Por tanto, sobre ese sustrato de experiencia, el SUP ha edificado un proyecto moderno, que se adapta a las necesidades de hoy y del futuro de los policías nacionales con mucha más agilidad y celeridad que hace cuatro décadas. La experiencia además es la que nos hace ser la organización más fuerte dentro del Consejo de la Policía, como se demuestra en cada reunión.