Oviedo, Gijón y Avilés deberán establecer zonas amplias limitadas a los coches que contaminan, al igual que la fórmula aplicada por Madrid. Así lo afirmó ayer Pedro Sánchez al asegurar que extenderá a las ciudades de más de 50.000 habitantes las medidas empleadas en la capital de España que, aseguró, no se frenarán, sino que se impulsarán.

Apenas hubo referencias directas a Asturias o los problemas asturianos en el debate de investidura, aunque la intervención de Pedro Sánchez sí abordó algunas medidas que afectarán al Principado y que preocupan en Asturias. Una de las principales, la imparable descarbonización que el Ejecutivo de Sánchez ya impulsó en la anterior legislatura y despertó los recelos del anterior gobierno autonómico del socialista Javier Fernández.

Sánchez hizo especial bandera de su compromiso ambiental, al recalcar que quiere situar a España como líder mundial en la lucha contra "el gran reto de la emergencia climática". Fue en ese marco en el que Sánchez afirmó que "nadie va a parar Madrid Central (las medidas que limitan el acceso de vehículos contaminantes al centro de la capital de España, limitada solo a residentes, transporte público y coches con etiqueta ambiental). Sánchez prometió impulsar "una lucha sin cuartel" en la que "no puede haber pasos atrás" en la batalla contra la contaminación del aire. "Frente al cambio climático, transición ecológica", afirmó Sánchez, refiriéndose a unas medidas que fueron el principal quebradero de cabeza del anterior gobierno del Principado y de los empresarios por los efectos que podrían tener en la industria al reducirse la produción eléctrica de centrales térmicas. Sánchez quiere "aprobar cuanto antes" una ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, y dijo que existen "enormes oportunidades" para la economía verde. Y elaborará un plan con el horizonte de 2030 para impulsar una descarbonización que "maximice las oportunidades de las industrias y mejore la competitividad".

También pasó el debate por Asturias, pero por omisión cuando Pedro Sánchez se refirió a su voluntad de "impulsar un Pacto de Estado en materia de Infraestructuras y Transporte que garantice el cumplimiento de los planbes ferroviarios de alta velocidad en ejecución y que estudie las conexiones largamente demoradas". Citó exclusivamente el caso de Extremadura y Cantabria, además de los corredores de Mediterráneo y Atlántico. Obvió la conexión por AVE de Asturias, que acumula nueve años de retraso en las obras de la variante de Pajares, la conexión con la Meseta.

En lo que sí citó Pedro Sánchez de manera explícita a Asturias fue al referirse al modelo de elección del Presidente que establece el Estatuto de Autonomía asturiano y que también comparte el País Vasco. El modelo que se aplica en la Junta General del Principado impide que se pueda votar en contra de la designación de Presidente en segunda vuelta, lo que evita situaciones de bloqueo (que se han dado en España y en otras comunidades) y que terminarían en convocatoria de nuevas elecciones. Esa modificación debería llevarse a cabo con una reforma del artículo 99 de la Constitución que Pedro Sánchez se muestra dispuesto a abordar esta legislatura.