El expresidente de la Generalitat de Cataluña huido a Bélgica, Carles Puigdemont, solicitará la restitución de sus derechos como diputado al Parlament de Cataluña, una vez que la Justicia española haya reactivado su euroorden por los delitos de sedición y malversación, pero no de rebelión. Como efecto de esa medida, Puigdemont quedó ayer privado del acceso a la sede de la Eurocámara en Bruselas. Por ello se concentró a las puertas con una treintena de personas entre eurodiputados y simpatizantes, además de los tres exconsejeros que huyeron con él a Bélgica en 2017. A la espera de que sus abogados reciban la notificación de la Justicia belga en relación con la nueva euroorden en su contra, Puigdemont afirmó que el hecho de que se curse por el delito de sedición, y no por rebelión como las dos anteriores, demuestra que en España no hay "garantías" ni "posibilidad de un juicio justo". "Sabían que no había violencia, el tribunal lo ha confirmado, pero están haciendo ingeniería procesal. Es la demostración de que tenemos razón, de que no hay garantías, de que no hay separación de poderes ni ninguna posibilidad de tener un juicio justo", afirmó Puigdemont.

El que fuera jefe del Govern pedirá "de forma inmediata" la delegación del voto para poder votar en el Parlament, según confirmó ayer la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs.