El motor oculto de las protestas que vive Cataluña desde el lunes es una nueva plataforma de movilización independentista, Tsunami Democràtic (TD). El grupo, en el que se inscriben miles de personas cada día a través de las redes sociales, utiliza las comunidades virtuales para canalizar las instrucciones a sus seguidores.

El colapso en los accesos al aeropuerto de El Prat, el lunes, pocas horas después de conocerse las condenas, fue desencadenado por esta plataforma -promovida a través de un canal de Telegram y otro de Twitter- tras haber convocado a la gente a concentrarse en el centro de Barcelona a la espera de unas indicaciones que llegaron a la una del mediodía.

Poco se sabe de su origen. El 2 de septiembre, sin previo aviso, apareció una nueva cuenta en Twitter, Tsunami Democràtic, que llamaba a "recuperar la iniciativa" y a usar la "desobediencia civil" y la "no violencia" para responder a la inminente sentencia del procés. Las formaciones independentistas se hicieron eco inmediato del perfil.

En los días siguientes, impulsaron acciones para darse a conocer: centenares de activistas colgaron carteles por toda Cataluña y ocuparon oficinas de entidades bancarias acusadas de "financiar la represión". El caldo de cultivo para el estallido de esta semana estaba creado. TD carece de portavoces, rasgo que comparte con los CDR, aunque, a diferencia de ellos, no actúa como una suma de núcleos sino a partir de una matriz que elabora estrategias y dosifica los mensajes.