El PP ha transmitido a Ciudadanos y a Vox que en las votaciones de este martes para formar la Mesa del Congreso les cedería los votos suficientes para asegurar que ambas formaciones tengan cada una un puesto en dicho órgano.

Fuentes de la dirección nacional del Partido Popular han indicado que ésta es su oferta a falta de un día para que los 350 diputados electos elijan a los nueve que integrarán el órgano más importante del Congreso.

Dos puestos para el PP, uno para Vox y otro para Cs es la oferta que los populares han comunicado a las otras dos formaciones del bloque de la derecha para intentar que sumen cuatro puestos de la Mesa. Los otros cinco quedarían para la izquierda.

Con esta propuesta, el PP deja en Vox la decisión, ya que hasta la fecha la formación de Santiago Abascal ha rechazado un reparto como el mencionado.

Fuentes de la dirección de este partido han alegado que no pueden aceptar que una fuerza política como la de Inés Arrimadas, que ha perdido en las elecciones 47 escaños, tenga el mismo nivel de representación que una fuerza, Vox, que ha ganado 28.

El portavoz de dicha formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, indicó la semana pasada que a Vox le corresponden dos puestos de la Mesa por ser el tercer partido en número de escaños. "No hay nada que negociar" si éste no es el modelo, enfatizó.

Las fuentes de la dirección del PP han señalado este lunes que si Vox no entra en su propuesta de distribución, la alternativa es que los 89 diputados populares voten a sus propios candidatos. Ello garantiza al PP dos puestos de la Mesa, pero deja en el aire la entrada de Cs.

La oferta del Partido Popular se ha dado a conocer con motivo de la intervención que Pablo Casado ha dado a sus diputados y senadores electos.

Ha dejado claro que el PP no facilitará la investidura de Pedro Sánchez, a quien se ha referido como "el peor socialista de los últimos 40 años".

Le ha acusado de querer romper el sistema constitucional y pretender hacer desaparecer al PP como alternativa, pero le ha advertido de que "nadie va a cambiar el sistema por las bravas" ni nadie les "va a echar".

"España lo que necesita hoy de nosotros es que sigamos en nuestro sitio", ha dicho Casado a sus parlamentarios, a quienes ha pedido que se mantengan "firmes", porque el problema no es el PP, sino el PSOE que está negociando la soberanía nacional con "defensores del terrorismo", "condenados en firme" y "golpistas sentenciados por delitos de sedición".

Entre todos ellos, quieren, según ha dicho, "impugnar" el sistema en un "proceso de deconstrucción constitucional" que se inició ya hace años y ha subrayado que, pase lo que pase en la legislatura que comienza este martes, el PP debe liderar la oposición y hacer que el PSOE se "retrate".

"El PSOE, Podemos y los nacionalistas no están intentando hacer el Gobierno que pueden, sino el régimen que quieren sin espacio para una alternativa", ha insistido.

Por eso, ha añadido, no sorprende que pueda llegar a sentarse en el Consejo de Ministros el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que "dijo que la Constitución de 1978 no instaura reglas de juego democráticas y quien primero se dio cuenta de esto fue ETA".