La ministra de Asuntos Exteriores en funciones de Bolivia, Karen Longaric, ha remitido una nota oficial a su homóloga española, Margarita Robles, en la que la insta a "que sea la última vez que su Gobierno permita (que) se violen normas internacionales" en relación al incidente del pasado viernes, cuando policías bolivianos impidieron a dos coches diplomáticos españoles entrar en la Embajada mexicana en La Paz.

"Esperamos que sea la última vez que su Gobierno permita (que) se violen normas internacionales y de cortesía diplomática", ha apuntado la nota, que traslada la protesta "enérgica" por el "atropello", según recoge la agencia de noticias boliviana Fides.

Longaric había denunciado previamente que "personas que han sido identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañadas por personas con el rostro cubierto, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz".

La ministra ha manifestado que "las acciones del personal de la Embajada de España vulneran la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas" y ha recalcado que "el personal diplomático y de seguridad de la Embajada de España en Bolivia no tiene autorización para portar armas de fuego ni usar atuendos que oculten su identidad".

La ministra ha afirmado además que el Ejecutivo boliviano "sabrá dar la respuesta que corresponde en un caso de tamaña ofensa a la soberanía de Bolivia".

Dentro la Embajada mexicana se encuentran aproximadamente diez antiguos dirigentes del Movimiento Al Socialismo del expresidente Evo Morales en calidad de asilados políticos, cuatro de ellos con orden de aprehensión. Son el exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana; la exministra de Culturas Wilma Alanoca; el exgobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez y el exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC) Nicolás Laguna.