En el fragor de la batalla parlamentaria, Santiago Abascal Conde, presidente de Vox y azote de nacionalistas, ha adquirido cierta pericia en el combate cuerpo a cuerpo con Aitor Esteban Bravo, Aitor el del tractor para Mariano Rajoy Brey, portavoz del PNV en el Congreso para todos los demás. En esas estaba el diputado de Vox el sábado cuando le recordó al bilbaíno su "afición a disfrazarse de 'gudari' y recrear batallitas". Amigo de las armas y de las batallas (políticas), Abascal estaba llevando la memoria de Esteban de vuelta a Grullos (Candamo), donde Aitor participó en 2013, arma e ikurriña en mano, en la recreación de la "batalla de Areces", una operación del bando republicano en la Guerra Civil para cortar el pasillo de los Nacionales hacia Oviedo que resultó ser, bien lo sabe Abascal, un fracaso. Por no enfadarle, Esteban no le contestó que mañana en el Congreso el bando ganador va a ser el suyo.