El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, manifestó ayer que fue su "preocupación" por la incierta situación política de España y la "crispación" y la "falta de argumentos" que observó en el debate de investidura lo que le llevó a publicar un tuit que finaliza con la frase: "Santina, sálvanos y salva España". El prelado, vistos los reproches que provocó esa referencia a la Virgen de Covadonga, explicó que no es suya, sino del santo Pedro Poveda, que sufrió persecución religiosa y fue asesinado en 1936, quien la pronunció en 1910, cuando era canónigo de la basílica del santuario asturiano. "Así que llevamos más de un siglo repitiendo esa misma oración en Covadonga", señaló Sanz.

El motivo de tomar "prestada" la oración de Poveda fue el deseo del Arzobispo de que la Virgen ayude a que "entre unos y otros, independientemente de los colores políticos, podamos llegar a un camino razonable de convivencia para no repetir escenarios que nadie desea", en lo que pareció una referencia a la Guerra Civil.

Sanz Montes manifestó su sorpresa por el eco que ha tenido su tuit, "a favor y en contra". Fue, dijo, su manera de expresar "con la brevedad lacónica a la que obligan los 140 caracteres" de Twitter, que impiden "matizar y explayarse", el "panorama de incertidumbre que dibuja el horizonte". Y fue un tuit, según resaltó, dedicado "no tanto al nuevo gobierno", al que desea "lo mejor por su bien y el nuestro", sino por lo que observó durante el debate de investidura, "una crispación muy preocupante", "falta de argumentos" y que nadie haya propuesto "construir algo juntos", en torno a "las necesidades de la gente real".

El prelado admitió que la Iglesia española desconoce ahora mismo el camino que tomarán sus relaciones con el Estado, aunque cree que "en el fragor de la campaña" se dicen "cosas que luego no se llevan a cabo", se lanzan lo que calificó de "amagos". Así que, ante un escenario tan "novedoso" como un gobierno de coalición, el primero de la actual etapa democrática, Sanz apuesta por esperar a que avance la legislatura y ver "cómo gestionan" los nuevos dirigentes políticos "la libertad religiosa y la libertad de expresión".

El máximo dirigente de la Iglesia asturiana recibió severas críticas por su tuit de Izquierda Unida (IU) de Oviedo. "Damos por descontado que la Santina tendrá mucho trabajo redimiendo almas corrompidas, especialmente las de algunos representantes eclesiásticos con delitos de todo tipo en su currículum", afirmaron los responsables de la formación ovetense, que pidieron al Arzobispo, "si quiere salvar a España o mejorarla", que matricule "todas y cada una de las propiedades que tiene la Iglesia, liquidar el IBI correspondiente y así se podría utilizar ese dinero para mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas".

"IU nunca me defrauda"

El Arzobispo contestó con ironía, y refiriéndose a los mandatarios de IU, señaló: "Nunca me defraudan". Pero se esforzó en refutar lo que considera un "mantra" que se repite a menudo, el de que la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) es "un privilegio" del que goza la Iglesia. "No lo es", resaltó Sanz, pero sí es, por el contrario, "un reconocimiento" a la labor social de la Iglesia, regulado por la Ley de Mecenazgo. Un reconocimiento que se aplica a los que "aportan algo al bien común", como "los partidos, los sindicatos, las embajadas, los clubes deportivos, las asociaciones culturales y las diferentes religiones", concluyó el Arzobispo.