"Necesitábamos un Gobierno de España cuanto antes para negociar, para pactar, para acordar, para exigir porque sin un Gobierno al que exigir es difícil". El presidente del Principado, Adrián Barbón, se refería ayer en estos términos a la necesidad que tenía Asturias de superar la interinidad existente en los últimos meses en el Estado para tener interlocutores con plenitud de poderes con los que poder sentarse a la mesa de la negociación. El presidente Pedro Sánchez comunicó ayer de modo formal la composición de su Consejo de Ministros, que hoy tomarán posesión de sus cargos.
A expensas de la publicación en el "Boletín Oficial del Estado" (BOE) de sus nombramientos, que incluirá también la asignación de sus respectivas competencias, tres ministros del nuevo Ejecutivo se presumen claves para las asignaturas pendientes que tiene Asturias en esta legislatura.
Teresa Ribera estrena Vicepresidencia para el Reto Demográfico y la Transición Ecológica, dos cuestiones en las que Asturias se juega no solo los próximos cuatro años sino buena parte del futuro que tiene por delante en este siglo. La capacidad para generar empleo verde en las comarcas afectadas por el cierre de las térmicas y la viabilidad de futuro de municipios que han perdido vecinos de forma sistemática en las últimas tres décadas dependerán del departamento de Ribera, cuyo nombramiento ha sido percibido como "un acierto" por el presidente asturiano, Adrián Barbón.
José Luis Ábalos es el ministro de Transporte llamado a inaugurar la variante de Pajares si cumple el, por ahora, último plazo dado, con retraso incluido, de abrir la nueva conexión ferroviaria con León y la Meseta en 2021. La política de rebajas y bonificaciones en la autopista del Huerna será otro de los hitos de su departamento, sin olvidar la relevancia de la inversión necesaria para reflotar las maltrechas cercanías ferroviarias, un asunto también estrechamente ligado a la despoblación de las zonas rurales. A falta de ministros asturianos en la Moncloa, tras la salida de Luisa Carcedo, la Federación Socialista fía su capacidad de influencia a Adriana Lastra, que tiene vía directa con Ábalos, con quien además comparte labores de organización en Ferraz.
Reyes Maroto sigue en Industria, con el reto de dar respuestas urgentes a un sector del que depende más del 20 por ciento de la economía asturiana y sobre el que se ciernen serias amenazas, internas y externas, que de materializarse pondrían en peligro miles de empleos y dañarían la ya precaria estructura de la población activa en Asturias, donde tienen empleo poco más de uno de cada tres habitantes. Las 19 carteras restantes tendrán su repercusión en la agenda política asturiana pero la mayoría con un carácter más genérico.
Pablo Iglesias y la espera en Dependencia. El vicepresidente de Derechos Sociales se ha fijado el objetivo de poner al día una ley en la que la financiación estatal está muy por detrás del dinero que financian las autonomías. En Asturias hay cerca de seis mil mayores en lista de espera para recibir la ayuda como dependientes.
María Jesús Montero, la ministra de la financiación autonómica. La titular de Hacienda, también portavoz del nuevo Ejecutivo de coalición, tendrá la compleja misión de reformar el sistema de financiación autonómica, pendiente y aparcada desde hace más de un lustro. Una reforma vital para la financiación de los servicios públicos en Asturias ya que el 75 por ciento del Presupuesto regional procede de esa vía. La que fuera consejera de Hacienda de Andalucía tiene ante si un sudoku en el que deberá lidiar con las distintas reivindicaciones territoriales, que suelen están por encima de las siglas políticas.
Luis Planas, el negociador de la nueva PAC. El ministro de Agricultura repite al frente de una cartera que deberá defender en Bruselas los intereses agroganaderos de Asturias en el marco de la negociación de la nueva Política Agraria Común (PAC) y los repartos de la cuota pesquera para la flota asturiana.
José Luis Escrivá: el nuevo gestor de las pensiones . Asturias tiene más de 302.000 pensiones contributivas. Es decir, prácticamente uno de cada tres habitantes es pensionista, muy pendiente de la revalorización y de las garantía de sostenibilidad del sistema.
