La España vacía se queda infrarrepresentada en el reparto de ministerios del Gobierno de Pedro Sánchez, el más numeroso de Europa. Un puñado de autonomías (las más pobladas y las más influyentes en el actual escenario político) copan los 23 puestos del Consejo de Ministros. Una cuenta simple permite calcular que, de haber cuotas territoriales, los españoles tocarían a un ministro cada dos millones de habitantes. Sin embargo, Madrid y Andalucía se llevan más de la mitad: ambas tienen siete y cinco integrantes en el Consejo de Ministros, respectivamente.
Madrid sienta en el Consejo de Ministros, además de al propio Pedro Sánchez, al vicepresidente Pablo Iglesias y su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero. También madrileña es la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a la que hay que sumar al ministro de Ciencia, Pedro Duque, y la ministra de Industria, Reyes Maroto. También en la cuota madrileña cuenta el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, que llegó a ser Delegado del Gobierno en esa comunidad autónoma, aunque nació en Valencia, de donde procede su familia. Así las cosas, Madrid es la comunidad autónoma con mayor representación, con siete integrantes del Consejo de Ministros.
Los andaluces son los segundos con más presencia en el gobierno de Sánchez. Del PSOE andaluz provienen Carmen Calvo (Vicepresidenta primera), María Jesús Montero (ministra de Hacienda y portavoz) y Juan Carlos Campo (ministro de Justicia). A ellos hay que sumar al líder de IU, Alberto Garzón.
La tercera posición se la llevan los socialistas vascos, con tres carteras: Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior; Isabel Celáa, titular de Educación y Arancha González Laya, que asume las competencias en Exteriores.
El País Vasco tiene más ministros que Cataluña, que puede contar en su lista al ministro de Sanidad, Salvador Illa, procedente del Partido de los Socialistas de Cataluña, y al ministro de Universidad, Manuel Castells (nacido en Albacete), nombramiento que proviene del Barcelona en Comú de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Galicia y la Comunidad Valenciana empatan a dos ministros. Los gallegos están representados por la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el de Agricultura, Luis Planas, constituyen los dos integrantes del Consejo de Ministros que proceden de la Comunidad Valenciana; también en parte, por sus raíces, el ministro de Cultura, Rodríguez Uribes.
Estas seis comunidades (Madrid, Andalucía, País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia) suman 32,5 millones de habitantes, lo que supone el 69% de la población española. Estos territorios monopolizan en cambio el 87% del Consejo de Ministros. El problema de la España vaciada es que otras once comunidades autónomas (Castilla y León, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón, Baleares, Extremadura, Asturias, Navarra, Cantabria y La Rioja) representan tres españoles de cada diez. De esas autonomías, solo tres cuentan con más de dos millones de habitantes: Castilla y León, Canarias y Castilla-La Mancha). Las tres, precisamente, tienen ministro: Margarita Robles, titular de Defensa, es castellanoleonesa (Reyes Maroto tiene también lazos vallisoletanos); José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, es manchego natural de Albacete, y Carolina Darias, ministra de Política Territorial, procede del archipiélago canario.
En cambio, todas las comunidades autónomas con menos de un millón de habitantes se quedan sin cuota ministerial. Se trata de ocho comunidades autónomas (entre ellas Asturias), que suman 7,6 millones de habitantes, por lo que según el reparto proporcional les corresponderían entre tres o cuatro ministerios. Sin embargo, la estrategia de los dos partidos del gobierno (PSOE y Unidas Podemos) de primar aquellos lugares en los que tienen sus mayores graneros de votos ha dejado, una vez más, a los pequeños territorios fuera del reparto.
