El PP quiere que el Tribunal de Cuentas fiscalice el uso que ha hecho hasta ahora el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del Falcon del Ejército del Aire del que dispone para sus desplazamientos, así como la utilización que han hecho de otras aeronaves del 45 Grupo de la Fuerza Aérea los demás miembros del Gobierno.

Con este objetivo los de Pablo Casado han registrado una petición para que la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas inste al órgano que preside María José De la Fuente a llevar a cabo "una fiscalización operativa y de cumplimiento acerca del funcionamiento del 45 Grupo de la Fuerza Aérea", que se ocupa del transporte aéreo de autoridades tanto de la Casa del Rey como del Gobierno.

Según reza su iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, el PP quiere, en concreto, que el Tribunal de Cuentas fiscalice la actuación de la Jefatura de Movilidad Aérea (Mando Aéreo de Combate del Ejército del Aire) durante los ejercicios 2018 y 2019, "en lo relativo al traslado de miembros del Gobierno español y comitivas vinculadas a dichos traslados".

El Gobierno sólo reconoce un gasto de 300 euros

No es la primera vez que el PP presenta iniciativas para controlar los viajes del presidente del Gobierno. Hace un año ya solicitó la comparecencia en el Congreso del subdirector del Consejo de Transparencia, Javier Amorós, para que informase de la "censura y crítica" que este organismo había hecho a Sánchez "por abusar del secreto oficial para ocultar sus viajes".

El PP registró aquella petición después de que el Ejecutivo cifrara en 282,92 euros el gasto en protocolo del viaje que Sánchez realizó en el avión oficial Falcon a Castellón en julio de 2018 donde se reunió con el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y asistió al Festival Internacional de Benicàssim (FIB).