Felipe VI hizo este miércoles un llamamiento a la comunidad internacional para combatir la "insensatez" de quienes promueven la intolerancia y el resentimiento "por interés político, extremismo religioso u odio racial".

"No hay lugar para la indiferencia ante el racismo, la xenofobia, el discurso de odio y el antisemitismo", clamó el Rey de España en su intervención ante los 40 líderes internacionales que participaron en la cena de bienvenida de V Foro Mundial sobre el Holocausto, organizado con motivo del 75 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz (Polonia).

Don Felipe, que como monarca español tiene el título honorífico de "Rey de Jerusalén", fue el único mandatario extranjero en intervenir y lo hizo en nombre de todos los invitados, un gesto de deferencia del presidente de Israel, Reuvén Rivlin, como reconocimiento además al especial vínculo con España.

A la cena, celebrada en la residencia de Rivlin, asistieron, entre otros, el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el de Alemania, Frank-Walter Steinmeier; el de Argentina, Alberto Fernández, y el primer ministro israelí en funciones, Benjamin Netanyahu, así como la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nanci Pelosi.

No estuvieron el presidente ruso, Vladimir Putin, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, ni el príncipe Carlos de Inglaterra, quienes sí participarán mañana en el foro.

En su mensaje en inglés, Felipe VI destacó que "no hay mayor mal" que el de ignorar que todos los hombres y mujeres "son iguales y están dotados de la mayor dignidad".

"Las personas no pueden mostrar una mayor insensatez que cuando piensan que están por encima de los demás, cuando se sienten con derecho a discriminar, a consentir la intolerancia o a promover el resentimiento contra los demás con interés político, extremismo religioso u odio racial", reflexionó el monarca.

Alertó de que la barbarie "puede crecer en el momento menos esperado", incluso en las sociedades más avanzadas, por lo que -apuntó- nadie "está completamente a salvo de ello".

El Rey llega a Jerusalén.

Por ello, enfatizó en la importancia de "no mirar para otro lado", "estar vigilantes" y perseverar en la defensa de los derechos humanos.

En particular, don Felipe denunció los ataques que los judíos siguen sufriendo en algunos países, lo que en muchos momentos de la Historia ha demostrado ser "un síntoma y un claro ejemplo de intolerancia y aversión hacia los otros".

Para el Rey de España, combatir el odio "es una responsabilidad colectiva, pero también individual", que no se puede sustentar solo en el recuerdo de las víctimas del Holocausto, sino que debe apoyarse en el "firme" compromiso común de no volver a permitir "el desprecio a la dignidad del otro".

"Nunca más", concluyó, en inglés y en hebreo, el monarca, quien advirtió de que "olvidar el Holocausto sería extremadamente peligroso", además de un deshonor a la memoria de las víctimas,.

Al recordar la "repugnancia" que representó la matanza de seis millones de judíos a manos de los nazis, Felipe VI animó a hacer "todos los esfuerzos necesarios" para impedir que vuelva a repetirse aquel episodio de "ignorante intolerancia, odio y total falta de empatía humana".

El Rey trajo al presente la reflexión del célebre filósofo cordobés Maimónides (1135-1204), uno de los pensadores referentes del judaísmo: "Todos los grandes males causados por el hombre tienen su origen en la ignorancia".

El foro de mañana, que lleva el título "Recordando el Holocausto, combatiendo el antisemitismo", incluirá el testimonio de supervivientes de campos de concentración como Auschwitz.

Unos testigos, apostilló el monarca, que "han iluminado la importancia de mantener viva la memoria de aquella terrible experiencia".

Antes que don Felipe, tomó la palabra el presidente de Israel para pedir a los países "estar unidos en la lucha contra el racismo, el antisemitismo y el extremismo".

Rivlin animó a los mandatarios a mantener el compromiso de "dar a conocer a las futuras generaciones" lo que representó el genocidio de los judíos en la II Guerra Mundial.

La conferencia es el mayor evento diplomático celebrado en territorio israelí en recuerdo de la Shoá (Holocausto, en hebreo), por lo que está rodeada de extremas medidas de seguridad.

Al llegar a la residencia del presidente israelí, los mandatarios estuvieron charlando de manera distendida durante unos minutos.

Felipe VI conversó, entre otros, con el presidente argentino, con Pelosi, así como con Netanyahu y el Rey Guillermo de Holanda, con quienes estuvo sentado en un lugar preferencial durante la cena.