El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha defendido este martes la necesidad de reformar el delito de sedición en el Código Penal porque aplicar tipos diseñados en otras épocas, el siglo XIX, y que no se ajustan a la realidad actual genera "problemas jurídicos y también sociales".

Campo, que ha garantizado que cualquier cambio legal será sometido a todos los informes pertinentes, desde el Consejo General del Poder Judicial al Consejo de Estado, ha respondido así en el pleno del Senado al parlamentario del PP Fernando de Rosa, quien ha tachado la reforma de "indulto encubierto" y "vergonzante" para blanquear a los líderes del procés condenados.

"La cuestión no es si debemos rebajar las penas por el delito de sedición o endurecerlas; la cuestión es encontrar en conjunto la manera más adecuada de solucionar los desafíos de nuestra convivencia", ha contestado el ministro, convencido de la necesidad de adecuar los tipos penales a las lesiones que hoy se producen contra el orden y la paz pública.

Campo ha recordado que la sedición se introdujo en el Código Penal en 1822, pensando en "amenazas que no se corresponden exactamente con lo que ha ocurrido" en Cataluña y que no concuerdan con los problemas a los que hay que dar hoy respuesta. "Cuando una norma ya no se hace eco de la realidad vigente, deja de ser útil a la sociedad", ha recalcado antes de subrayar que el Gobierno tiene el deber constitucional de velar por que el ordenamiento jurídico se adapte.

Campo, que ha señalado que incluso FAES, fundación presidida por José María Aznar, ha abordado la necesidad de reformar la sedición, ha apostado por desvincular ese delito del de rebelión, ya que el primero tiene como bien protegido el orden público y el segundo, la Constitución. Y ha advertido también de que está castigado con penas "inusitadamente altas", si se compara el código español con los países del entorno.

Aunque se ha mostrado convencido de que el PP azuzará las pasiones que levanta esta reforma, le ha tenido la mano para abordarla desde un "amplio debate", pero el senador De Rosa no ha cejado en sus críticas, seguro de que detrás hay "un motivo eminentemente político". Es, ha denunciado, "una reforma ad hominem, contraria al ordenamiento jurídico, ad Junqueras, es una reforma ad golpistas, para blanquear a los delincuentes condenados por el Tribunal Supremo".

De Rosa ha apelado al jurista que es Campo, juez de carrera, para que frene la reforma y ha instado al Gobierno a ser "valiente" e indultar directamente a los condenados del "procés" si ése es el pacto con sus socios. "El orden constitucional no se puede derribar por el mero capricho de permanecer en el banco azul", ha recalcado el senador del PP, que ha advertido a Campo de que pasará a la historia como el "ministro lima", que sierra los barrotes de los condenados del "procés".