Representantes de partidos minoritarios del Congreso han reafirmado su escepticismo sobre la nueva Comisión para la Reconstrucción que se comprometieron a poner en marcha el Gobierno y el PP para debatir medidas para salir de la crisis del coronavirus. El último botón de muestra ha sido la incapacidad de las formaciones mayoritarias para presentar a la Mesa de la Cámara un formato de comisión consensuado, ya que el PSOE y Unidas Podemos han registrado su propio modelo, diferente al que venía reclamando la portavoz del Grupo Popular, Cayetana Álvarez de Toledo.

El pasado miércoles, el PP propuso que esta nueva comisión parlamentaria, además de analizar medidas de futuro, pudiera examinar la gestión del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos en esta emergencia sanitaria y llamase a comparecer a todos los responsables. Y este viernes los socialistas y el grupo confederal han registrado otro modelo alternativo donde no cabe la fiscalización del Ejecutivo, sino sólo el debate de propuestas y de estrategias para paliar los efectos de la pandemia. Hay otra discrepancia, y es que el PP reclama la presidencia del nuevo foro parlamentario, algo que el PSOE y Unidas Podemos no aceptan.

Estos prolegómenos abundan en el escepticismo de las demás formaciones del Congreso. Así, desde Más País considera "un gesto feo" que los dos grandes partidos sigan apostando más por la "improvisación" que por "el diálogo y la suma", según apuntaron a Europa Press fuentes del partido que lidera Íñigo Errejón.

Otros partidos regionales, como Coalición Canaria (CC) o Foro Asturias, se quejan de que nadie se ha puesto en contacto con ellos para conocer su posición, mientras que UPN ya dejó clara en el debate del miércoles su total disconformidad con la actuación del Gobierno de coalición en esta crisis. En el Partido Regionalista Cántabro (PRC) no tienen definida su postura sobre el formato y, de entrada, no se decanta por ninguna de las dos alternativas que hay encima de la mesa . "Son sólo propuestas", comenta su diputado, José María Mazón.

Los independentistas catalanes de Esquerra Republicana (ERC) y de Junts ya expresaron sus recelos desde que Pedro Sánchez aceptó la comisión parlamentaria que le exigió el líder del PP, Pablo Casado. De hecho, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, no oculta que prefiere que los acuerdos los adopten los partidos que impulsaron la moción de censura contra Mariano Rajoy, lo que excluye a PP, Vox y Ciudadanos. En JxCat también han cuestionado desde el inicio las formas del Gobierno para poner en marcha este foro y dudan de su utilidad.

Reticencias DE ERC, JxCat Y PNV

Lo mismo le ocurre al PNV puesto que, de entrada, la propuesta del PP augura que sólo traerá consigo "un mayor enfrentamiento". En todo caso, al margen de la comisión que se acabe creando, los nacionalistas vascos acudirán con la mirada puesta en superar la crisis económica y social que dejará el Covid-19 y también para evitar que algunos aprovechen esta situación para intentar cavar el grado de autonomía de las instituciones, según apuntaron fuentes del partido.

En Compromís, a priori, no ponen pegas con el formato planteado por el PSOE y Unidas Podemos, ya que su única condición es que no la presida el PP, pues sostienen que hay otras opciones que pueden generar más consenso. En ese sentido, no es descartable que ese puesto pudiese caer en manos de un diputado de las minorías, singularmente del Grupo Mixto, en quienes suele recaer las presidencias, por ejemplo, de las comisiones de investigación.

La creación de esta Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, dependerá de la Mesa del Congreso, donde el PSOE y Unidas Podemos tienen mayoría. Se calcula que en su próxima reunión, convocada para el prevista para el martes, saldrá un primer calendario para constituir el foro e iniciar los trabajos .