El ministro de Universidades, Manuel Castells, se muestra convencido de que por el nuevo sistema de becas no bajará -"absolutamente no"- el rendimiento universitario, a pesar de que las ayudas dependerán principalmente el próximo curso de un criterio de renta y necesidad económica y no de mérito académico.

Lo asegura Castells a la Agencia Efe en una entrevista por escrito tras anunciar este martes el Gobierno una reforma del modelo de becas y un aumento en su financiación.

Sobre su anunciado objetivo de que bajen las tasas, el ministro comenta que la próxima semana, en Conferencia General de Política Universitaria, va a presentar "una propuesta razonable y cifrada" a las comunidades.

PREGUNTA: ¿Ha costado mucho aumentar el presupuesto para becas? ¿Ha puesto pegas Hacienda en estos momentos de crisis sanitaria?

RESPUESTA: El aumento total en becas universitarias para el curso 20-21 será de 179 millones de euros, lo que representa un 22% de aumento sobre el presupuesto anterior. Se pasa de 831 millones de euros a 1.010 millones en becas universitarias, al mismo tiempo que los criterios se centran más en condiciones de renta para quien más lo necesita.

Así, se duplican prácticamente el número de beneficiarios de beca completa pasando a 175.945 estudiantes de grado y máster. El total de universitarios que pasan a tener una beca nueva o a mejorar la que ya tenían es de 252.274.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aun manteniendo el necesario rigor fiscal, se ha mostrado muy favorable en todo momento a este aumento del gasto porque, además de una inversión en educación, también es una medida de ayuda a las familias en grave carencia económica como consecuencia de la crisis.

P: ¿La bajada de la nota y de los porcentajes de créditos aprobados que ahora se necesitarán para optar a becas puede disminuir el rendimiento de los alumnos?

R: Absolutamente no. El reducir la exigencia académica deriva de la idea de que la beca es la forma de garantizar el derecho a la educación, cualquiera que sea la situación económica de los estudiantes, de la misma forma que la atención sanitaria pública no se hace depender del nivel de renta.

Es una medida fundamental de corrección de la desigualdad social que se reproduce por la falta de oportunidades educativas. Al mismo tiempo, las universidades mantendrán criterios de calidad y de rigor académico sin que de esto dependa la posibilidad de un joven de continuar sus estudios. En definitiva, garantizar y facilitar el acceso a la educación es ganar talento para el futuro y no perderlo evitando que nadie se quede por el camino.

P: ¿Se van a adelantar las notificaciones y cobros de las becas?

R: Conocemos perfectamente esta petición histórica del estudiantado para que se pueda cobrar con anterioridad al inicio de curso, petición que tiene toda la lógica. Se está trabajando en que haya un adelanto de las notificaciones a los estudiantes, para que puedan saber si pueden contar o no con esa cantidad fundamental para saber si pueden cursar o no los estudios.

La gestión de todo ello corresponde al Ministerio de Educación y FP y nos consta que están trabajando para que esto se haga posible, si bien tenemos que tomar en consideración el hecho de que el curso académico está a caballo entre dos ejercicios presupuestarios. Estamos seguros de que este año se conseguirá cobrar antes que el año pasado las becas, pero todavía no podemos saber cuánto antes.

Lo bueno del nuevo sistema de becas también es que, al haber ampliado los criterios de adjudicación, aumenta también su predictibilidad. Todo el que tenga un aprobado y sea elegible en términos de renta, sabe que tendrá beca en los niveles establecidos. Habrá una parte de las becas, además, que se cobrarán antes de enero, esperamos. Están trabajando para que así sea.

P: La educación online requerirá de ayudas extra para universidades y alumnos. ¿Se está trabajando en ello por si hay un rebrote de la Covid-19

R: Estamos elaborando un plan de reforzamiento de la educación online en colaboración con la Conferencia de Rectores y las comunidades autónomas, de forma que estemos preparados para cualquier contingencia. Se requerirá probablemente un esfuerzo presupuestario para hacerlo posible.

P: Su próxima meta es la bajada de tasas. ¿Cree que llegará a acuerdos con las comunidades autónomas en breve?

R: Vamos a presentar una propuesta razonable y cifrada a la Conferencia General de Política Universitaria que convocaré para la semana que viene. Espero que a través del diálogo podamos fijar un precio máximo para cada comunidad, tal y como se estableció por real decreto hace una semana, para poder aliviar la situación de las familias, algo que cuenta con la comprensión de las comunidades.

P: ¿Confía en que la Universidad no pierda alumnos por causas económicas el próximo curso?

R: Es lo que estamos intentando mediante el aumento sustancial de las becas, la fijación de un precio máximo para las tasas de matrícula y, en colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y la Vicepresidencia de Derechos Sociales, la cobertura de las familias más desfavorecidas mediante el ingreso mínimo vital.

P: ¿Continúa la convicción de que la EBAU se hará de forma presencial? ¿Hay un plan B para el caso de que se tenga que hacer online o no se pueda hacer?

R: En principio la EBAU se mantiene en las fechas previstas de forma presencial en la primera semana de julio, confiando en que las comunidades, que son responsables de su organización, tomen todas las necesarias medidas sanitarias, acordes a los criterios de salud pública del Ministerio de Sanidad. Si surgiera una nueva crisis sanitaria tendríamos que retrasar sus fechas, pero por ahora no parece necesario alterar las previsiones.

P: ¿Alguna novedad sobre la recogida de apuntes de los alumnos que se fueron a casa sin ellos desde otras comunidad?

R: Lo están considerando, a petición reiterada de mi Ministerio, las autoridades sanitarias, que autorizarán los desplazamientos de los estudiantes afectados en cuanto sea posible. Depende de la evolución de los contagios en cada territorio.