"Un asturiano trabajador, honesto, discreto y leal; buena gente". Así definía ayer un compañero del cuerpo a Laurentino Ceña Coro, hasta ayer "número dos" de la Guardia Civil. Nació en Colunga, donde su padre, también guardia civil, estaba destinado, y pasó buena parte de su infancia en Cangas de Onís, donde aún hoy reside parte de su familia, incluida su hermana, que fue durante muchos años profesora en el colegio Reconquista de la ciudad, y el único hijo de esta. Tiene un piso en la capital canguesa, al que suele acudir durante los veranos.

Laurentino Ceña Coro fue recibido en diciembre de 2018 por el alcalde cangués, José Manuel González. Firmó en el libro de honor del Ayuntamiento y recibió una reproducción en miniatura de El Puentón, además de un ejemplar de la "Historia de Cangas". Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Zaragoza, estuvo destinado en Sabadell, León, Huesca (por dos veces), Tarragona, Sevilla y Madrid.

La dimisión de Laurentino Ceña tuvo una rápida interpretación entre las asociaciones profesionales de la Guardia Civil, que coinciden en señalar que su marcha responde a su negativa a "un claro intento de politización de la cúpula de la Guardia Civil". Alberto García Llana, secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Asturias, matizó que Ceña había cumplido en marzo la edad de jubilación, pero continuó al coincidir con el estado de alarma. "Lo pusieron en la palestra a dar ruedas de prensa, y eso no le gustó. No era su trabajo". Y aprovechó el "injusto" cese del coronel Diego Pérez de los Cobos para hacer efectiva su jubilación.

Faustino Brañas, vicepresidente jurídico de Profesionales Guardias Civiles (PGC), advirtió de que es la primera vez que dimite el "número dos" de la Guardia Civil, "pero las circunstancias son tan graves que Ceña se ve obligado a hacerlo. Nunca antes se había visto tal intento de politización del cuerpo".

En términos similares se expresó Roberto Estrada, secretario provincial y portavoz de la asociación Justicia Social (Jucil). "Han intentado tapar la realidad anunciando que nos pagarán el ansiado tercer tramo de la equiparación salarial. Pero es solo una cortina de humo, y además es falso que consigamos la equiparación salarial".