Los fiscales de Bérgamo, en el norte de Italia, van a tomar declaración al primer ministro, ItaliaGiuseppe Conte, así como a la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, y el titular de Sanidad, Roberto Speranza, en el marco de una investigación en curso por la gestión de la pandemia de coronavirus. Mientras, el país ha sumado en el último día otros 71 muertos y 202 nuevos contagios.

Dicha investigación trata de aclarar la cadena de decisiones que se adoptaron y que llevaron a no declarar como 'zona roja' Alzano y Nembro, dos localidades muy golpeadas por la pandemia. Los fiscales ya han hablado con el gobernador de Lombardía -donde se encuentra Bérgamo-, Attilio Fontana, así como su asesor en esta crisis, Giulio Gallera, según 'Il Corriere della Sera'.

Además de querer hablar con Conte y los dos ministros, con quienes analizarán las decisiones tomadas a finales de febrero y la adoptada el 7 de marzo de cerrar toda Lombardía ante la rápida propagación del coronavirus, quieren tomar declaración al director del Instituto Superior de Sanidad, Silvio Brusaferro, y a Walter Ricciardi, asesor del Gobierno. Los interrogatorios podrían comenzar este mismo miércoles por la tarde, de acuerdo con el citado diario.

Durante sus declaraciones, Fontana y Gallera defendieron que la decisión fue del Gobierno central, algo en lo que coincidió la fiscal adjunta de Bérgamo, Maria Cristina Rota, quien dijo que instaurar una zona roja era competencia de Roma.

Denuncias de familiares

Por otra parte, familiares de víctimas de COVID-19 ante la Fiscalía de Bérgamo. Todas ellas son miembros de la asociación Noi Denunceremo (Nosotros denunciaremos) creada en Facebook durante la pandemia.

En declaraciones delante de la Fiscalía, su presidente y fundador, Luca Fusco, ha explicado que buscan "verdad de lo ocurrido en Lombardía, para poder identificar a los responsables y tener justicia". Los familiares también quieren reunirse con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, que visitará Bérgamo el próximo 28 de junio.

Fusco ha defendido que la zona debió cerrarse el 23 de febrero y no el 8 de marzo, como finalmente ocurrió. "Durante 15 días hemos viajado, trabajado, bebido café y tomado el aperitivo y en aquel punto el virus circuló sin problemas".

"Estoy convencido de que si se hubiera cerrado rápidamente la zona roja de la provincia de Bérgamo quizá no habríamos tenido que cerrar toda Lombardía y probablemente habríamos evitado el confinamiento italiano", ha sostenido, según informa 'La Repubblica'. "Nosotros no señalamos con el dedo a nadie, será la Fiscalía la que tendrá que depurar responsabilidades", ha agregado.

"Todos somos de la zona de Bérgamo y todos tenemos historias similares, historias de tragedias familiares, y todos estamos buscando respuestas claras y serias de los fiscales", ha señalado por su parte a DPA Cristina Longhini, una de las demandantes.

Las denuncias no están dirigidas contra ninguna persona o institución en concreto si bien los familiares están convencidos de que muchas personas murieron por la negligencia e incompetencia de las autoridades. Muchos de ellos de hecho alegan el hecho de que no se sellaran las localidades de Alzano Lombardo y Nembro, dos importantes focos en los alrededores de Bérgamo, a principios de marzo.

Último balance

Por otra parte, en las últimas 24 horas se han registrado 72 decesos más y 202 contagios, lo que sitúa el total en 235.763 casos y 34.114 fallecidos.

Según Protección Civil, aún hay 249 personas en la UCI, 14 menos que el martes, mientras que los pacientes hospitalizados han caído a 4.320, con el alta de otros 261. El 87 por ciento de los más de 31.000 casos aún activos están en aislamiento domiciliario. Además, 1.293 pacientes han recibido el alta en el último día, lo que sitúa el total de curados en 169.939.

Lombardía, en el norte, se mantiene como la región más castigada. Actualmente registra aún más de 17.850 casos activos -más de la mitad del total- y en el último día ha sumado otros 99 contagios y 32 muertos más. Así, desde el inicio de la pandemia suma 90.680 casos y 16.349 muertos.