El juez de Disciplina Social de la Liga de Fútbol Profesional, Manuel Rivero González, decidió el miércoles abrir un expediente disciplinario al Fuenlabrada al considerar que el contagio de Covid-19 por varios de sus jugadores suponen "indicios suficientemente razonables" de la vulneración de los estatutos de la entidad que podrían suponer infracciones graves o muy graves.

Pero, a la vista del informe elaborado por el instructor del expediente, el propio Rivero determinó el sábado que no hay "apreciación indiciaria de signos de culpabilidad" por parte del Fuenlabrada, por lo que se opone a la exclusión cautelar del club de la competición durante la tramitación del expediente que había solicitado el instructor.

La resolución del juez de Disciplina Social arremete además con dureza contra los argumentos del Deportivo sobre que se haya alterado la integridad de la competición y le considera descendido a Segunda B. Califica de "racionalmente imposible" que pueda jugarse el partido entre el Fuenlabrada y el club coruñés, y critica el "ruido mediático" sobre este caso, del que culpa a quienes "pretenden eludir las consecuencias desfavorables de su mala clasificación". También añade que no se puede "invocar la pureza de la competición para extraer ventajas propias, y más de una desgracia colectiva".

El juez descarta además que ni el Fuenlabrada ni LaLiga hayan contribuido a aumentar el riesgo de contagio y recuerda que si al inicio de la pandemia se intentó acusar al Gobierno de la misma, ahora otros intentan "aprovechar la desgracia ajena para obtener beneficios" al decir que el Fuenlabrada o LaLiga "han llevado el virus a Galicia", en alusión a la críticas de los políticos gallegos sobre este caso.