Cuando, mediada la mañana de este martes, el juzgado de primera instancia e instrucción 7 de Majadahonda (Madrid) ponía en libertad con cargos a Fernando Valdés Dal-Ré, concluía el primer capítulo del peor proceso al que se enfrenta este magistrado del Tribunal Constitucional, uno de los más reputados expertos en el mundo del Derecho Laboral, ahora incurso en una casa por un supuesto delito de violencia machista.

Valdés ha pasado parte de la noche en dependencias madrileñas de la Guardia Civil, después de que una patrulla de Seguridad Ciudadana del instituto armado tuviera que presentarse en su casa en la noche de este lunes, en una lujosa urbanización de Majadahonda, para atender una denuncia por violencia de género.

Fuentes cercanas al caso confirman que los vecinos habían percibido una estruendosa discusión en la casa. Confirmó la petición de ayuda la esposa del magistrado, que había sido objeto de una agresión, si bien sin lesiones que precisaran atención hospitalaria.

Los guardias encontraron al juez en un estado de descontrol, fuera de sí, aunque, indican las mismas fuentes, no se resistió a la detención. La agencia Efe ha informado de que, en el momento de la detención, Valdés no se identificó como miembro del Tribunal Constitucional ante los agentes.

Aforado

No constan antecedentes de discusiones, peleas ni agresiones de ningún tipo en su domicilio. La violencia machista es un asunto muy privado en el lugar de residencia del juez Valdés, lindante con Pozuelo de Alarcón, uno de los municipios de más alta renta per cápita de España.

Valdés ha entrado en un estado de libertad provisional después de declarar esta mañana ante el juzgado que, en la localidad madrileña, se dedica a temas de violencia de género. Dirige ese juzgado 7 la jueza María Elena Garde, que en desde hace dos años es objeto de denuncias por una "Asociación Europea de Ciudadanos contra la Corrupción", encarnada por uno de sus encausados.

A partir de este momento, será la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo la que lleve la investigación del delito supuestamente cometido por Valdés, pues, como miembro del Tribunal Constitucional, el detenido tiene uero.

De hecho su condición de aforado ha influido en su puesta en libertad, de igual manera que su avanzada edad, 75 años, y el riesgo que implica la pandemia, así como una enfermedad que padece, sin descartar las fuentes mencionadas que su estado de supuesta enajenación tuviera que ver con sesa dolencia o su tratamiento.

La detención de Valdés ha supuesto la suspensión de las vacaciones del presidente del Constitucional, Juan José González Rivas quien, como él, está pendiente de renovación en la plaza, y que hoy viajaba hacia Madrid para enterarse de primera mano del caso.

Mandato concluido

Catedrático de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social y magistrado del Constitucional, Valdés, de 75 años, llegó al Constitucional en 2012 a propuesta del Grupo Socialista en el Congreso. Es uno de los cuatro magistrados cuyo mandato ha concluido y está pendiente de la elección de un sustituto.

En su madurez profesional había sido ya letrado del máximo tribunal de garantías español. Pero el ámbito en el que Fernando Valdés Dal-Ré es más conocido en el mundo jurídico es el académico. El juez, que tiene además plaza de inspector de Trabajo, nació en Valladolid en 1945. Es catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en las universidades de Valladolid y Complutense de Madrid.

Entre 2005 y 2012, el Gobierno Zapatero le nombró consejero del Consejo de Estado. Antes de su elección como miembro de Tribunal Constitucional, y en medio de una amplia actividad económica, había colaborado como ponente u organizador en 13 cursos de la Fundación Julián Besteiro, uno de los principales foros de encuentro de la UGT y el PSOE.