La CUP entra en juego ante el incierto fin de la legislatura, más aún tras la remodelación del Govern, con un plan propio que apuesta por una convocatoria electoral cuanto antes y por ofrecer una presidencia "simbólica" para el 'president' Quim Torra

El esbozo para encarar la posible ratificación de la condena por desobediencia en el Tribunal Supremo, que aún pulen los órganos internos del partido, aboga por reeditar en el Palau de la Generalitat lo que los anticapitalistas pusieron en práctica en el Ayuntamiento de Berga cuando la alcaldesa Montse Venturós fue inhabilitada por negarse a descolgar la 'estelada' en campaña electoral: ejercer simbólicamente sin contravenir la pena de inhabilitación.

Según ha avanzado 'Nació Digital' y ha confirmado El Periódico de Catalunya, los 'cupaires' proponen pactar una fecha para llamar a las urnas y que Torra ostente una presidencia simbólica hasta el día de las elecciones con agenda institucional propia pero sin funciones, que irían a cargo del presidente en funciones, Pere Aragonès.

La propuesta recoge de forma parcial los planteamientos de las dos formaciones en el Govern. ERC lleva meses exigiendo al 'president' que acuerde la convocatoria electoral y JxCat. La CUP planteará esta vía a los dos partidos en el Ejecutivo esta semana para abordar ya el final de la legislatura antes de que el Tribunal Supremo resuelva sobre la inhabilitación por desobediencia del 'president'.