La disputa entre PSOE y PP por la renovación institucional parece enquistada desde hace tiempo. Ambos partidos llevan cerca de dos años con la tarea pendiente de negociar la reelección de varios órganos judiciales sobre la mesa. En este escenario, Pedro Sánchez trató de presionar este martes desde el Senado a Pablo Casado, acusándole de "deslealtad" a la Constitución y a España por el bloque que mantiene sobre este asunto y por su negativa a dialogar sobre los Presupuestos General del Estado (PGE) para 2021. Al resto de formaciones política, el presidente del Gobierno les llamó nuevamente a la "unidad" para encarar la pandemia, sacar adelante las Cuentas públicas y generar un nuevo clima político.

Desde la Cámara alta, donde el presidente del Gobierno decidió iniciar el curso político, Sánchez criticó la cerrazón del PP a tratar la renovación institucional por la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno: "Es decir, que no se cumpla la negociación hasta que el Gobierno sea de su agrado". Además, les instó a no vetar a los morados por su imputación por presunta financiación irregular porque entonces, nadie negociaría con el PP. "Las reglas que nos parecen buenas cuando estamos en el Gobierno no pueden parecernos malas cuando estamos en la oposición y otros están en el Gobierno", le espetó tras recordar que la actual composición del Tribunal Supremo se conformó cuando los conservadores tenían mayoría en el Congreso de los Diputados.

"Hay partidos políticos que dicen que es un Gobierno con Unidas Podemos y que Unidas Podemos pide cosas que están fuera de la Constitución. Y es verdad, Unidas Podemos pide cosas que están fuera de la Constitución, pero Unidas Podemos nunca ha incumplido la Constitución y aquellos que están bloqueando la renovación de esos órganos sí están incumpliendo con la Constitución", subrayó sobre sus socios de Gobierno.

"No se puede ser constitucionalista de quita y pon, a tiempo parcial, ni a beneficio de inventario, viendo si algo beneficia o perjudica dependiendo del día y del contexto. La constitución, señoría, se respeta en su integridad", apuntó. En su opinión, el bloqueo que está provocando Casado "debilita a las instituciones" y "no es leal". Además, cargó contra los conservadores por condicionar la negociación a la salida de los morados del Ejecutivo: "No es democrático porque no reconoce el resultado electoral del año pasado".

Los conservadores no tardaron en echar por tierra la invitación de Sánchez a negociar los Presupuestos y la renovación institucional. El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, defendió que su partido no se convertirá en la "muleta" del Gobierno para que este siga instalado en la Moncloa.

Las Cuentas públicas

Como ya hizo tras el primer Consejo de Ministros a la vuelta del verano, Sánchez hizo un llamamiento a la unidad para enfrentar la compleja situación actual. "Si el virus no hace distinciones entre seres humanos tampoco los seres humanos debemos dividirnos en el combate contra este enemigo común", defendió.

Una unidad que, según dijo, debe trasladarse a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Pese a que el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tachó ayer de "inviable" un acuerdo con Cs para sacar adelante las Cuentas públicas, el jefe del Ejecutivo apuntó a la necesidad de conformar un "acuerdo parlamentario lo más amplio posible", dejando claro que su pretensión es incluir a los naranjas.

"Cuanta mayor base parlamentaria y social tengan estos presupuestos, más rápida y poderosa será la recuperación en este país", argumentó. A renglón seguido, incidió en que no puede "escluirse" a nadie salvo a aquellos que no decidan participar porque antepongan sus propios intereses al de España.

Además, explicó que las Cuentas públicas serán el "tronco" de los cerca de 140.000 millones de euros que se recibirá en ayudas desde la Unión Europea y que sería una "grave irresponsabilidad" dejar sin base esos fondos. En este sentido, hizo hincapié en que si no se aprueban las Cuentas pública se "comprometería la absorción y ejecución" de las ayudas.

El diálogo

Aprovechando su presencia en la Cámara territorial, Sánchez también hizo referencia al conflicto catalán para reivindicar su compromiso con el diálogo. "Creemos que dentro de la Constitución podemos encontrar una solución dialogada al conflicto en Cataluña", subrayó. Sobre la próxima reunión de la mesa entre Gobierno y Generalitat, el jefe del Ejecutivo dejó claro que su intención es convocarla lo antes posible, pero que está en manos de Quim Torra.

Uno de los asuntos a tratar en esa mesa, reivindicó ERC, es la creación de una ley de amnistía que permita la excarcelación de los políticos catalanes presos. No obstante, el portavoz de JxCat, Josep Lluís Cleríes, no se mostró tan dispuesto al diálogo y apuntó que este órgano "no puede ser una mesa de socorro para el PSOE". Así, dejó claro que su partido no quiere "escenificaciones ni fotos" sino acordar, antes que la fecha y el lugar, un orden del día que incluya el derecho a la autodeterminación.