La estrategia de defensa del exnúmero dos de Interior Francisco Martínez en la causa en la que se investiga el espionaje al que "un dispositivo parapolicial" espió al extesorero del PP Luis Bárcenas, para evitar que aportara información comprometida para dirigentes del partido en la investigación de su Caja b, pasaba por que la "escala" no acabara en él. "Te garantizo que si yo tengo que declarar (...) también irán JFP -en referencia al exministro Jorge Fernández Díaz- (y problablemente MR -Mariano Rajoy)", aseguraba al que fue durante su mandato número dos de la Policía, Eugenio Pino, el 19 de septiembre del año pasado.

Martínez está viendo cómo esa estrategia está dando sus frutos, al menos a juicio de la Fiscalía Anticorrupción que utiliza sus palabras en el escrito en el que pide la imputación por delitos de prevaricación, descubrimiento y relevación de secretos y malversación de caudales públicos del exministro, de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal y de su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, tan implicado en la trama que fue a él a quien alertó el excomisario José Manuel Villarejo de las investigaciones abiertas en el 'caso Gürtel' y Brugal.

"Disfunciones en los fondos"

El secretario de Estado de Seguridad con el Gobierno del PP fue citado a declarar como imputado el pasado 22 de enero y se encara vía mail con el comisario que le había involucrado, Enrique García Castaño, 'el Gordo', recriminándole por haberle identificado como la persona que recibió el pendrive obtenido durante el espionaje a Bárcenas, a través de su chófer de confianza, Sergio Ríos, al que se pagaban 2.000 euros y se premió con el ingreso en la policía. En ese correo electrónico, Martínez insiste en que se defenderá con todos los argumentos "y la pieza seguirá creciendo porque llamarán a Jorge (como mínimo). La imputación del exministro la tiene prácticamente asegurada con los sms que llevó a un notario en los que Fernández Díaz le habla de la importancia del chófer de Bárcenas.

Según fiscalía, que la operación se sufragara con fondos reservados fue posible por las "disfunciones e irregularidades en la gestión y el control" de estas partidas, lo que permitió "su utilización ilícita, propiciando tanto la financiación de una operación policial intrínsecamente ilegal, como el enriquecimiento personal de algos mandos policiales". Así se desprende de la testifical del facultativo policial encargado de esa gestión.

"Ser leal a miserables"

En el informe fiscal llama también la atención la comunicación que Martínez mantiene con su amigo, el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro. En su mensaje el primero le dice: "Como sabes muy bien mi grandísimo error en el ministerio fue ser leal a miserables como Jorge o Rajoy o Cospedal". Añade que eso lo tiene fácil de probar y se despide dudando de "si un presidente puede seguir siendo amigo de un imputado", porque él mismo admite que "queda fatal".

Martínez, que insiste en esa línea de lealtad y eficacia cuando el ministro niega en una entrevista haber sabido nada de la Kitchen, intentó blindarse ante la imputación del juez formando parte de las listas a la Comunidad de Madrid, tras haber sido excluido en las de las elecciones generales de abril de 2019. Para ello se dirigió directamente a Rajoy para intentar que no le "dejen tirado" a través de la Asamblea de Madrid. Su argumento volvió a ser su "lealtad y compromiso". No consta que recibiera respuesta.

Un par de días después también lo intentó con el actual secretario general del PP, Teodoro García Egea, al que recuerda que está "metido en este lío" por "lealtad al partido, a Jorge Fernández y a Rajoy". Añade que también la tendría con él y con el presidente Pablo Casado.

"Aupar al líder"

En junio del año pasado Martínez sostenía que la "principal culpable de lo que está pasando" era "la señora que aupó al líder", Cospedal. Entendía que se "había puesto de perfil" y tenía "amnesia selectiva". El informe defiende la imputación de la exsecretaria general del partido en su "interés personal" en la operación por dos razones: una directa, como afectada por la documentación que podía tener Bárcenas comprometedora para ella misma, y otra indirecta, por su cargo.

Además del levantamiento de alfombras que intenta el exnúmero dos de Interior a consecuencia de su imputación, el informe describe otras luchas internas, como la que se produce por el control de Sergio Ríos entre Villarejo y el también imputado Andrés Gómez Gordo, al que apodan "Cospedín", porque su relación con Cospedal que le llevó a irse con ella cuando fue presidenta de Castilla-La Mancha.

Como es habitual en los audios intervenidos al principal imputado del caso, en prisión desde noviembre de 2017, este se jacta de tenerlo todo muy bien atado y de poder utilizar "parte de la información de la que dispone para 'joder a la pequeñita'", en referencia a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría.