Hackers chinos han robado información a centros españoles que trabajan en la investigación de una vacuna para el covid-19, según publica este viernes 'El País' citando a fuentes conocedoras de estos ciberataques.

No es la primera vez que se producen o denuncian ataques informáticos a los países que trabajan en la vacuna para el coronavirus. La mayoría de estos ciberataques proceden de China y ChinaRusia. En muchos casos se trata de entidades estatales, pero también hay universidades y organizaciones criminales que comercian con la información. En España, apunta el rotativo, se sabe que el ciberataque procedía de China. Las fuentes consultadas por 'El País' no han revelado la importancia ni el carácter de la información sustraída.

El diario añade que los responsables de seis de los grupos españoles que elaboran prototipos de vacunas aseguran que no les consta ninguna sustracción de datos en sus sistemas informáticos. "Un portavoz del CSIC afirma que en sus centros -el Centro Nacional de Biotecnología y el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, ambos en Madrid- no ha habido ningún robo. Fuentes del Hospital Clinic de Barcelona aseguran desconocer que se haya producido alguna intrusión en los ordenadores en los que se almacenan los resultados de una vacuna experimental basada en el material genético del nuevo coronavirus. Tampoco reconocen sustracción de datos en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) o en la Universidad de Santiago de Compostela, donde el equipo de José Manuel Martínez Costas investiga un enfoque original, basado en una estrategia de los virus de las aves", explica el rotativo.

EEUU es uno de los países que esta más vigilante ante estos ciberataques. Ya en abril, en el primer pico de la pandemia, el FBI denunció ciberataques de gobiernos a centros de EEUU que investigaban una vacuna para el coronavirus. Y acusó a dichos gobiernos de pagar a 'hackers' para obtener la información. En mayo, EEUU ya apuntó directamente a China por intentar 'hackear' las investigaciones de la vacuna.

El pasado julio, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá acusaron a piratas informáticos rusos vinculados a la inteligencia del Kremlin de estar detrás de ataques a laboratorios de los tres países "para robar información y propiedad intelectual relacionada con el desarrollo y las pruebas de vacunas para covid-19", según notas de advertencia emitidas por las autoridades de los tres países.

Ese mismo mes, el Gobierno de EEUU presentó cargos contra dos piratas informáticos chinos a los que acusa de intentar robar datos de la vacuna contra el covid-19 a empresas de al menos 11 países, entre ellos España, Alemania y Corea del Sur. Los 'hackers', identificados como Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazhi, 33 de años, ambos residentes en China, han sido acusados de 11 cargos criminales en un tribunal del estado de Washington.