Luis Bárcenas, extesorero del PP, denunció ante Manuel García Castellón, el juez que investiga el 'caso Kitchen' que durante la primera etapa de Mariano Rajoy y Jorge Fernández Díaz en el Gobierno "existía en marcha una operación del Ministerio del Interior" para "amedrentarle". Según Bárcenas, los dirigentes del partido estaban preocupados porque no sabían hasta qué punto les afectaba la documentación sobre ellos que obraba en su poder.

En las grabaciones de la declaración de Bárcenas como testigo en la Audiencia Nacional, a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, el extesorero del acusa a sus anteriores jefes de intentar conocer qué conversaciones mantenía con su abogado, Javier Gómez de Liaño. "Estoy seguro de que las conversaciones se grababan. En tres locutorios [de la cárcel de Soto del Real] se podían grabar conversaciones; si yo me iba a otro, un funcionario me mandaba a uno de esos tres", afirma a preguntas del fiscal Ignacio Stampa.Sin autorización judicial

"Esas grabaciones existen, y no están hechas con autorización judicial, evidentemente", continúa el extesorero y exsenador del PP. Bárcenas va más lejos y asegura que, en el intento de la cúpula popular de descubrir de qué informaciones disponía, Fernández Díaz, entonces ministro del Interior, dio órdenes a los funcionarios para espiarle. "No me extrañaría que el ministro del Interior diese las instrucciones correspondientes a Instituciones Penitenciarias para que ese tipo de control se me hiciese. Además, yo tenía la obligación todos los días de facilitarle al funcionario el número de teléfono al que yo estaba llamando. Todos los días", dice.

Cuando el fiscal se interesa por el uso del verbo "amedrentar" que ha utilizado Bárcenas, el extesorero explica que la publicación en diferentes medios de comunicación de que él había grabado conversaciones con varios dirigentes del PP disparó los temores en el partido."Realidad paralela" en los medios

"Si ellos suponían que existían grabaciones, lo que la prensa se ha querido inventar a lo largo de este tiempo (como que yo había ido a tiendas de espías), en función de esa realidad paralela, creo que había mucha preocupación", afirmó ante el juez.

También insistió en que Interior intentó llegar a un trato con él para evitar que diera explicaciones ante el juez que investigaba la 'caja b' del PP. "Me enviaron a una persona a Soto del Real para ofrecerme negociar a cambio de no declarar, ya lo he contado. Había una preocupación clara, porque no se sabía lo que había", añadió.