La Cumbre Luso-española ha arrancado esta mañana en la localidad portuguesa de Guarda con casi una hora de retraso por culpa de la niebla que cubría la zona, que ha retrasado el aterrizaje del avión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus ministros.

Sánchez ha sido recibido por el primer ministro portugués, Antonio Costa, en la plaza de Alameda de Santo André y tras escuchar los himnos de ambos países el presidente del Gobierno español ha acompañado al mandatario luso mientras saludaba a la delegación española.

La niebla ha impedido que Sánchez y sus ministros, que viajaban desde Madrid en dos helicópteros, pudieran aterrizar en la zona prevista, y al final han tenido que hacerlo en Aldeia Viçosa, un pequeño pueblo cercano a veinte minutos en coche.

Las conexiones ferroviarias entre España y Portugal, la despoblación y el desarrollo de las regiones fronterizas, que han sido temas recurrentes en las Cumbres Ibéricas desde 1983, vuelven este sábado a ocupar las sesiones de trabajo en esta XXXI Cumbre hispano-lusa de Guarda.

Los cuatro vicepresidentes del Gobierno y otros seis ministros acompañan a Sánchez en esta reunión de alto nivel.

Sánchez y Costa tienen previsto comparecer ante los medios de comunicación al finalizar las reuniones.

Después ambas delegaciones almorzarán y por la tarde ambos mandatarios presentarán una estrategia común de desarrollo transfronterizo.