La Junta de Castilla y León ha pedido al Gobierno central que habilite en los próximos días las herramientas legales necesarias para que las autonomías puedan llegar al confinamiento domiciliario de los ciudadanos si los datos epidemiológicos del coronavirus no mejoran en las próximas dos semanas, aunque sin ser "tan estricto como en marzo".

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que fue el comité de expertos de Castilla y León el que les pidió valorar la posibilidad de aplicar un "confinamiento domiciliario programado" si no hay una mejoría en la tendencia de la pandemia, que coloca actualmente a esta Comunidad en "riesgo extremo".

El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, también presente en la rueda de prensa, ha comparado estos confinamientos domiciliarios con los que se van a aplicar en Francia o Alemania, con carácter "progresivo", preservando actividades esenciales como la educación y con un "orden lógico" para el cierre de determinados sectores.

La idea es que, tanto desde el punto de vista temporal con una previsión inicial de dos semanas de duración, como de la intensidad del confinamiento domiciliario, sea el de "menor impacto posible", pero dentro de unos parámetros de eficacia para la contención del virus.

Aunque es consciente de los límites competenciales y por ello piden al Gobierno la modificación normativa, Igea ha avisado al Ejecutivo de que la Junta tomará "las medidas que tenga que tomar" para frenar los contagios y evitar el colapso hospitalario.

"No sería tan estricto como en marzo", ha apostillado la consejera, quien ha explicado que este tipo de medidas están siendo abordadas por la Dirección General de Salud Pública, con la vista puesta en la evolución de la incidencia acumulada del virus, actualmente en ascenso sostenido, y también en la situación de los hospitales, donde los ingresos en planta y en las UCI aumentan en las últimas semanas.

Sin embargo, ambos dirigentes del Ejecutivo autonómico han remarcado que se trata de anticiparse a la necesidad de tomar esta medida, sin que por el momento esté tomada, a la espera de evaluar la próxima semana -con algo más de una semana de margen de aplicación- el efecto que ha tenido la instauración del toque de queda entre las diez de la noche y las seis de la madrugada.