El juez del caso Kitchen, sobre el presunto espionaje a Luis Bárcenas, interrogará finalmente el 14 de diciembre a los dos notarios ante los que el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez protocolizó los mensajes que señalan al exministro Jorge Fernández Díaz por si estos fueron manipulados.

En una providencia, el juez emplaza también para ese día al ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino y al excomisario Enrique García Castaño, todos ellos como imputados en la pieza Kitchen del caso Villarejo, sobre la presunta operación parapolicial para sustraer al extesorero del PP documentos comprometedores para dirigentes del partido.

El juez decidió citar a los notarios a petición de la Fiscalía como consecuencia del careo entre el exministro del Interior y de quien fuera su número dos en ese departamento sobre su implicación en esta operación.

En el careo, Fernández Díaz negó -como ha hecho desde su imputación- haber enviado los mensajes que Martínez protocolizó ante notario y que dijo haber recibido del exministro interesándose por el chófer de Bárcenas y confidente policial, Sergio Ríos.

El exministro sostiene que los mensajes que su entonces subordinado registró ante notario pueden haber sido manipulados, algo que niega tajantemente Martínez, quien durante el careo aseguró: "No soy 'hacker' ni falsificador".

Además apunta que en un informe policial consta que en el volcado del teléfono intervenido a Martínez no aparecen los mensajes que había registrado ante notario.

La defensa de Fernández Díaz ha recalcado también la "amistad" que une a Martínez con este notario, Alberto V., al que el juez ha abierto unas nuevas diligencias y las has remitido a un juzgado de Mahón -dónde tiene la Notaría- dado que el 11 de marzo de este año, dos días después de que se le comunicara la causa y la obligación de guardar secreto, se puso en contacto con el ex número 2 de Interior.

Martínez ha explicado que decidió protocolizar los mensajes no para "incriminar" a nadie, sino para protegerse, porque se le había puesto "bajo una sombra absoluta de sospecha" de haber montado un operativo, cuando él solo preguntó lo que le había pedido el ministro.

La citación de Pino y García Castaño deriva, por otra parte, de la posibilidad de que uno de esos mensajes (clave, por ser en el que se comunica el éxito de la operación) no lo hubiera escrito el ministro, sino que fuera un texto que habría recibido y reenviado.

Algo que apoyó el propio extitular de Interior, dado que el lenguaje utilizado no encaja con el que él suele usar. "Lo que es inverosímil es que ese mensaje lo haya escrito un ministro. Es que es un texto de un operativo", dijo.

El juez recuerda los frecuentes contactos de Fernández Díaz con los miembros de la cúpula policial implicada en el caso y, por ello, cita a Pino y a García Castaño para preguntarles si tuvieron que ver con el envío de los mensajes.