El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó, el pasado jueves, solicitar al Congreso que le pida informe sobre la última proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos que le afecta, esto es, la que impulsa la reforma del propio CGPJ para que no pueda llevar a cabo más asignación de plazas de jueces hasta que no haya sido renovado. También se aboga por demandar valoración en Europa. En ese mismo Pleno, además, se debatió y finalmente se rechazó la posibilidad de que los miembros de este órgano dimitieran en bloque para forzar a los políticos a que, de una vez, procedan a su renovación como marca la Constitución.

Dicho debate llegó de la mano de un voto particular que se presentó a la resolución acordada, firmado por Álvaro Cuesta, y que se adhirieron también los vocales Concepción Sáez Rodríguez; Clara Martínez de Careaga; Pilar Sepúlveda García de la Torre y Rafael Mozo Muelas. "Considero que el CGPJ debe defender su dignidad como institución, evitar confusiones y que debates como éstos se produzcan cuando esté en funciones y bloqueada su renovación; impedir que este órgano constitucional sea instrumentalizado por las fuerzas políticas en sus debates. Asimismo, es preciso poner a las Cámaras frente a su responsabilidad constitucional de renovar en plazo el Consejo", sostiene Cuesta en su escrito, al que tuvo acceso este diario.

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En ese voto particular, que ya ha sido remitido al Congreso junto a la resolución aprobada por CGPJ, se especifica la solución que plantea su autor para salir del bucle. "Considero que la mejor aportación en este momento histórico es la renuncia de todos sus miembros o de una mayoría de once, para impedir que éste se pueda constituir válidamente y para que quien bloquea la renovación de las institución pierda toda esperanza en manipularlo, “o controlarlo por la puerta de atrás”, e interferir en sus acuerdos", agrega.

Cuando llegó el momento de votar esta iniciativa en Pleno, Cuesta recibió el aval de otros cuatro vocales, frente a 16 votos contrarios a la dimisión en bloque. Cómo él mismo recordaba en el voto particular, se necesita al menos que once vocales de la institución judicial renuncien a su puesto para forzar al Parlamento a que proceda urgentemente a su renovación. Una renovación que ya lleva bloqueada dos años por la falta de acuerdo entre el PSOE y el PP para llevarla a cabo.