España mantiene la puntuación de 62 puntos sobre cien en el índice de percepción de la corrupción 2020 de Transparency International pero baja en la posición del ránking mundial de la 30 a la 32 de un total de 180 países analizados por esta organización.

En 2019 España subió de 58 a 62 puntos -una mayor puntuación significa menor corrupción-, que mantiene en 2020, pero desciende su posición del 30 al 32 con lo que queda un escalón por encima de Portugal y Corea del Sur, que este año se encuentran en la posición 33 con 61 puntos, y uno por debajo de Bahamas y Qatar, que han obtenido 63 y se sitúan en el puesto 30.

Con 88 puntos cada uno Dinamarca y Nueva Zelanda se sitúan a la cabeza del índice mientras que en el extremo opuesto se encuentran Siria, Somalia y Sudán del Sur, con 14, 12 y 12 puntos respectivamente.

La calificación de España, que se coloca por detrás de países como Bélgica, Estonia, Irlanda o Francia, evidencia que la corrupción continúa siendo un problema grave que debe poner en alerta a la ciudadanía española, informa Transparency International.

Recuerda que entre 2012 y 2018 la calificación de España cayó siete puntos y que con la mejora de 2019 y el mantenimiento de la puntuación de 2020 sigue por debajo de la que tenía hace ocho años si bien la diferencia es mucho menor, continúa con tres puntos menos que los que logró en 2012 cuando fue de 65.

De acuerdo con la metodología del utilizada por Transparency International para elaborar este índice solo se puede afirmar que existe una mejoría real de la posición cuando un país continúa subiendo su puntuación en años sucesivos de tal forma que para poder confirmarla por lo menos habría de mantenerla durante el año próximo.

Transparency International comenta que España solo podrá mejorar su puntuación y posición en los sucesivos índices si implementa procedimientos y controles adecuados de rendición de cuentas además de reformas institucionales para reducir de manera significativa el grado de corrupción en el sector público.

El índice revela que la corrupción generalizada debilita la respuesta institucional de medidas de prevención contra la pandemia del coronavirus COVID-19 y amenaza la recuperación global.

Destaca que España no ha estado exenta de los problemas que ha generado en este sentido la pandemia y ha evidenciado la necesidad de revisar las estructuras de control y rendición de cuentas en situaciones de emergencia para evitar poner en riesgo las estructuras institucionales y democráticas.

Advierte de que el año 2021 estará marcado por estas mismas circunstancias, por el destino de recursos públicos para la adquisición de vacunas y procesos de vacunación así como por la adjudicación de los fondos europeos de recuperación ante la crisis económica generada por la pandemia.

En el comunicado en el que informa de este índice Transparency International se define como una organización global de la sociedad civil que lidera la lucha contra la corrupción desde hace más de veinticinco años.