"¡No nos va a parar este estado fascista!". "No nos van a doblegar ni con toda la represión: ¡jamás!". Estas son algunas de las palabras que ha pronunciado el rapero Pablo Rivadulla Duró (Lleida, 1988), más conocido como Pablo Hasél, mientras era detenido este martes por los Mossos d'Esquadra en el edificio del rectorado de la Universitat de Lleida. Permanecía encerrado desde el lunes junto con un grupo de personas simpatizantes para "para ponérselo a la Policía lo más difícil posible" ante su inminente detención y con el objetivo, según declaró a EFE, de visibilizar lo que considera como un "gravísimo ataque" contra las libertades.

Hasél ha ingresado hacia las 9.00 horas en la cárcel Ponent de Lleida, donde cumplirá su condena de nueve meses. El rapero leridano ha sido condenado por el contenido de una sesentena de tuits y una canción que se publicaron entre 2014 y 2016 en los que incurre en delitos de enaltecimiento del terrorismo de ETA, los Grapo, Terra Lliure o Al Quaeda, e injurias a la Corona.

En las últimas semanas su caso ha aparecido con asiduidad en los medios y se han sucedido manifestaciones en contra de su detención y en protesta ante la falta de libertad de expresión. Tanto es así que el Ministerio de Justicia comunicó hace unos días que plantea una revisión del Código Penal para que los delitos relacionados con "excesos" en el ejercicio de la libertad de expresión sólo se castiguen conductas que supongan "claramente" la creación de un riesgo para el orden público o la provocación de algún tipo de conducta violenta, con penas disuasorias, pero no privativas de libertad.

Desde este periódico nos gustaría saber qué opinas sobre el caso Hasél y el ejercicio de libertad de expresión en España.