La cúpula de los Mossos d'Esquadra se ha conjurado para aislarse del "ruido" que rodea su gestión de los disturbios en las protestas pro-Hasél, pese al malestar en la policía catalana por las críticas de JxCat, que de rebote han tensado las relaciones del cuerpo con el conseller de Interior, Miquel Sàmper.

Tres noches seguidas de disturbios en Cataluña en las protestas contra la prisión del rapero Pablo Hasél han vuelto a poner en el foco a los Mossos, después de que una joven perdiese un ojo supuestamente por un proyectil de precisión, hasta el punto de que Sàmper ha urgido al Parlament a revisar el modelo de orden público y su partido, JxCat, ha censurado la "inaceptable respuesta policial".

Se trata de la primera crisis de orden público en Cataluña desde que el mayor Josep Lluís Trapero fue restituido al frente de los Mossos el pasado 12 de noviembre y, como ocurrió en los disturbios de octubre de 2019 tras la condena a la cúpula del procés, ha sacado a relucir tensiones entre el ejecutivo catalán -y los grupos que le apoyan- y la policía autonómica.

De hecho, Ciudadanos (Cs) ha anunciado que denunciarán ante la Fiscalía a la consellería de Interior por prevaricación "por la no defensa" de los propios cuerpos de seguridad, a los que han puesto "a los pies de los caballos".

Como cada viernes, el mayor Trapero ha reunido a la cúpula de los Mossos en el complejo Egara, aunque este viernes de manera excepcional para tratar exclusivamente los incidentes de esta semana en las protestas para pedir la libertad de Hasel, que se han saldado con 59 detenidos, decenas de heridos -entre ellos la joven que ha perdido un ojo-, centenares de contenedores quemados, agresiones a la policía y daños en el mobiliario urbano y en comercios.

En la reunión de la cúpula, una cuarentena de mandos han defendido y elogiado la actuación de los agentes a pie de calle durante los disturbios y se han conjurado para aislarse del "ruido" que en ocasiones rodea sus intervenciones, pero también del "silencio", en referencia a la falta de apoyo institucional.

Además, los mandos han subrayado que el modelo de orden público en Cataluña lo decidirá el Parlament, el Govern y la sociedad, y, mientras tanto, seguirán trabajando con las herramientas disponibles para seguir prestando su servicio a la sociedad, huyendo del corporativismo y manteniendo la autocrítica.

También han constatado que las acciones violentas han tenido como claro objetivo la policía, con el ataque a la comisaría de Vic y el lanzamiento constante de piedras a los agentes, si bien han dejado claro que ello no condicionará la actuación de los agentes, que seguirán trabajado con profesionalidad.

Los mandos de los Mossos han lamentado que una chica perdiera un ojo en las protestas del martes y han insistido en que son los máximos interesados en aclarar los hechos y determinar si se lesionó al recibir el impacto de un proyectil de precisión.

A diferencia de lo que ha ocurrido en la reunión de la cúpula, quienes sí han mostrado públicamente su malestar han sido los sindicatos de mandos, que han lamentado que el conseller Sàmper no haya salido en su defensa ante las críticas de su partido, JxCat.

En declaraciones a Efe, el secretario general del Sindicato de Mandos de los Mossos d'Esquadra (SICME), Jordi Silva, ha lamentado que los Mossos estén en el foco de la batalla política siempre que se producen disturbios en la calle, como esta semana o en las protestas contra la condena a la cúpula del procés.

El responsable del sindicato de mandos, que ha pedido que se deje a los Mossos fuera de la batalla política, ha denunciado que, debido al actual contexto político postelectoral, se está hablando más del modelo policial y de orden público que de los disturbios, "como si el problema fuese la policía".

En este sentido, ha recordado que hay algunos partidos -en referencia a la CUP- que piden la disolución de la unidad antidisturbios (Brimo), ante lo que ha advertido que si se acordara esta medida no podrían garantizar que algún intruso pudiese entrar en el Parlament o en el Palau de la Generalitat, porque habría una mayor "desprotección".

En la misma línea, la Asociación Profesional de Mandos de la Policía de Cataluña (COPCAT) ha difundido en las redes un mensaje muy crítico para denunciar su sensación de desamparo respecto de los políticos, simulando un anuncio en una web de compraventa en que buscan "políticos profesionales para ser adoptados", con una condición: "payasos e irresponsables, abstenerse".

Por su parte, el conseller de Interior se ha entrevistado este viernes, en una reunión prevista de antemano, con representantes del colectivo Iridia y de Amnistía Internacional, con quienes mantiene encuentros de forma periódica.

Medio millón en daños

El Ayuntamiento de Barcelona estima en más de medio millón de euros el coste de los daños causados en el espacio público en las tres noches de disturbios esta semana en la ciudad, 315.000 de ellos por la quema de centenares de contenedores de residuos.

De los 59 detenidos en los disturbios en Cataluña, hasta el momento únicamente uno ha ingresado en prisión preventiva, mientras que los jueces de guardia de Lleida, Barcelona y Tarragona han dejado este viernes en libertad a 18 de los últimos arrestados.

Unas 300 personas, la mayoría universitarios, se han manifestado este mediodía en Barcelona para pedir la libertad de Hasel y en contra de lo que han descrito como "la razia represiva contra la libertad de expresión".