La CUP se plantea la posibilidad de asumir la presidencia del Parlament en la próxima legislatura a fin de "hacer frente a los ataques del Tribunal Constitucional (TC) a la soberanía" de la cámara, y considera que los resultados electorales pueden provocar que sea "determinante".

    El papel que la CUP puede asumir durante la legislatura ha empezado a ser valorado por su militancia, que dispone para ello de un documento de debate que le ha hecho llegar el secretariado nacional de la formación, y que sirve de base para las "asambleas abiertas parlamentarias" convocadas durante esta semana. En este documento, la CUP analiza los resultados electorales y extrae la conclusión no solo de que el independentismo ha aumentado su presencia en el Parlament y de que la izquierda también ha salido reforzada, sino que su propia formación puede tener a partir de ahora "una posición de mayor incidencia política" que en la anterior legislatura.

    Fruto de esta mayor incidencia, considera que puede ser "determinante" en el rumbo que acabe adoptando el Parlament durante la legislatura y, en este contexto, se plantea una reflexión en forma de interrogantes para que su militancia se pronuncie sobre ellos. El primero de ellos está directamente relacionado con el proceso de negociación para formar el nuevo Govern en el que participa la CUP, y que se concreta en la pregunta de "¿en qué grado debería asumir responsabilidad en clave institucional la CUP y en función de qué acuerdos?".

    La segunda reflexión que traslada la CUP a su militancia guarda relación con su papel en el Parlament y, tras señalar la relevancia que tiene la Mesa para "hacer frente a los ataques del TC a la soberanía" de la cámara, constata que por los resultados electorales obtenidos le corresponde tener a un representante en la misma. En este contexto, los militantes deberán pronunciarse en las asambleas si "de acuerdo con la nueva correlación de fuerzas, ¿deberíamos plantear asumir la presidencia de la Mesa del Parlament?".

    El documento base que centrará los debates de la militancia de la CUP aborda los escenarios y objetivos de cara a la nueva legislatura, en la que la formación anticapitalista puede ser decisiva para "condicionar un nuevo ciclo político", según se indica en el texto.

    La CUP preconiza la concreción de una "hoja de ruta hacia la independencia", y el establecimiento de un "rescate social" para hacer frente a la actual situación sanitaria, económica, social y laboral, así como al "crecimiento desmesurado de la pobreza". También aboga por un cambio de modelo económico desde una perspectiva "social, ecologista y feminista" y, en paralelo, ha iniciado una ronda de conversaciones con movimientos y colectivos sociales que trabajan en sectores como el de la vivienda o la salud pública.

    El objetivo de estas reuniones, ha indicado la CUP, es el de tratar de "establecer las alianzas necesarias en la calle, a fin de que esta continúe siendo el motor del cambio".