Tres semanas después de que el PSOE introdujera una enmienda a la llamada ley de la ‘nueva normalidad’ en el Senado, para hacer obligatoria la mascarilla siempre, incluido en espacios abiertos como la playa, aunque no haya nadie cerca y se respete la distancia de seguridad, Sanidad y las comunidades autónomas han acordado revisar “técnicamente” la normativa, con el fin de aprobar unos “criterios de aplicación homogéneos, armonizados y actualizados”, según ha explicado este miércoles la ministra Carolina Darias, tras la reunión del Consejo Interterritorial de Salud.  

Y es que algunas autonomías, que permiten que el tapabocas no se use en las playas, han mostrado su rechazo a una ley que ha entrado en vigor este miércoles pero que emana del real decreto de nueva normalidad aprobado el pasado junio, durante la desescalada. Si bien, la norma inicial no incluía la obligatoriedad de usar la mascarilla siempre, sino que este precepto se introdujo debido a una enmienda presentada del PSOE y que argumenta que “con la evidencia reciente sobre la transmisión por aerosoles, el uso de mascarillas no puede quedar supeditado a no poder garantizar la distancia de 1,5 metros”.

Si bien, el endurecimiento de la norma ha sido rechazado por Baleares, Andalucía o Canarias, al tiempo que algunos médicos han advertido de es un “poco exagerado” que haya que llevar tapabocas si hay distancia de seguridad en espacios al aire libre. A su vez, la Organización de Consumidores OCU ha considerado “contraproducente” reforzar la obligatoriedad en situaciones en las que “no resulta necesario” porque “el cansancio psicológico puede derivar en que dejen de respetarse las medidas prioritarias”.

Sin autocrítica

En este contexto y sin hacer autocrítica por tener que retocar una decisión impulsada por el PSOE hace unas semanas, Darias ha explicado que, aunque las mascarillas son “de uso obligatorio”, Sanidad y las autonomías buscarán un “margen de actuación”, dentro de los límites que permite la nueva ley, para aprobar unos criterios de aplicación “homogéneos y contextualizados”. La previsión es que las nuevas reglas se aprueben en el Consejo Interterritorial de la semana próxima.

A este respecto, la ley indica que la mascarilla no será exigible cuando se hace deporte o cuando por la propia naturaleza de las actividades el uso del tapabocas resulte incompatible, “con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias”. Este precepto es el que podría abrir la vía a rebajar la norma en playas o espacios naturales cuando se esté solo o con el grupo burbuja.

La reacción

De hecho, la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, se ha apresurado a explicar que Baleares interpreta ya que la mascarilla no es obligatoria en las playas para las personas convivientes porque prevalece la normativa autonómica a la nacional. Canarias se ha pronunciado en términos similares y la Comunitat Valenciana ha avanzado que propondrá este eximente en el próximo Consejo Interterritorial.

Al mismo tiempo, la consellera catalana, Alba Vergés, ha recordado que Catalunya fue el “primer territorio en hacer obligatorio” el tapabocas, “en todos los lados”, pero con la “salvedad” de las actividades incompatibles, como la playa. Por ello, ha pedido: “No confundir a la gente y mantenernos igual que hasta ahora. Para nosotros no es nada nuevo, es una rémora y nos parece increíble que ahora impacte aquí una ley nueva de estas características”. 

Más allá de la mascarilla, el Consejo Interterritorial ha analizado el preocupante ascenso de los contagios a las puertas de la Semana Santa, periodo en el que el mayor número de interacciones sociales podría provocar que el actual repunte de casos se convierta en una cuarta ola, como sucedió en Navidad. Darias ha explicado que 12 autonomías registran ascensos debido, entre otros motivos, a que la cepa británica coloniza ya entre el 60% y el 70% de los contagios. Esta variante, que es “más transmisible y según apuntan los estudios más virulenta” se va expandiendo, porque la semana pasada la media nacional era del 50%. 

Darias ha considerado que España está en un “momento crítico” en el que la clave es que “las vacunas ganen tiempo al virus para evitar la cuarta ola”. A este respecto, ha anunciado que este jueves llegará un millón de vacunas de AstraZeneca, con lo que esta semana se recibirán dos millones de dosis de todos los compuestos autorizados, con la previsión de que a lo largo del mes de abril se "triplique" el número de viales administrados en el primer trimestre.

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Asimismo, la ministra ha explicado en los primeros seis grupos de población priorizada, donde se incluyen las residencias, los sanitarios y los mayores de 80 años, entre otros, la cobertura ha alcanzado al 80% con la primera dosis y al 41% con la segunda. "Es un esfuerzo muy relevante", ha destacado.

Por último, el Consejo ha aprobado la actualización de la estrategia de vacunación, que recomienda administrar la nueva vacuna de Janssen, que llegará a España en abril, a los grupos de más edad, al igual que las Pfizer y Moderna.