Pablo Casado reunió este miércoles de forma telemática a los 79 dirigentes altos cargos que componen el comité ejecutivo nacional del PP. Habían pasado poco más de 12 horas de la victoria electoral de Isabel Díaz Ayuso y el presidente del partido tenía prisa por hilar públicamente su nuevo relato: el triunfo en Madrid es el primero de los que vendrán y que tendrán como colofón la vuelta a la Moncloa. "España debe recuperar su rumbo con el PP al timón", dijo a los dirigentes de toda España. "Hay que convertir la ola en marea", afirmó en otro momento.

Según el líder de los conservadores, con Pedro Sánchez "las cosas irán muy mal". "Es una pesadilla reaccionaria: contra la igualdad de personas y de territorios, contra la igualdad de oportunidades, contra el empleo (...) Un presidente no puede gobernar para media España", aseguró entre aplausos antes de exigirle que convoque un debate del estado de la nación. En su opinión, debe "rendir cuentas a la soberanía nacional" sobre la pandemia, las cifras de paro, el "uso inmoral" de las instituciones y el reparto de los fondos europeos.

El tono de Casado estuvo muy alejado del que usó el 16 de febrero, dos días después de las elecciones catalanas en las que su formación se hundió hasta los tres escaños y Vox logró 11. Pero, entre aquella jornada y este martes de urnas en Madrid, vivió la operación fallida pergeñada por el PSOE y Cs para retirarle al PP la presidencia de los gobiernos de Murcia y Castilla y León a través de mociones de censura, un movimiento que facilitó a Ayuso la excusa para adelantar las elecciones. La operación, admitió la presidenta en el cónclave, tenía sus "riesgos", pero le ha salido redonda. Con su triunfo, ha proporcionado a Casado el punto de inflexión que necesitaba para rearmar emocionalmente al partido, un PP que tiene "muchos acentos", como España, apuntó. La política madrileña ha mejorado incluso el resultado de Esperanza Aguirre en 2011: ha logrado 1.620.213 votos, pese a tener a Vox de competidor (330.660), frente a los 1.548.306 de su antecesora.

"Ahora se le va a escuchar de otra forma a Ayuso", confesó a este diario un presidente autonómico del PP que prefiere no ser citado. "A partir de ahora Ayuso es parte del futuro del PP", añadió. Y con ese nuevo caché, los dirigentes conservadores tomaron nota de sus palabras. Para ella, la "misión nacional" del PP ahora es transmitir la "ilusión" generada en Madrid al resto de España. "Se abre un escenario, presidente Casado, muy prometedor para este cambio", le dijo antes de señalar que ella considera que hay que "gobernar bajo un criterio claro de políticas liberales", porque si se "bizquea" se obtienen los resultados que han tenido "otros".

"A partir de ahora Ayuso es parte del futuro del PP", afirma un presidente autonómico del PP

En el comité ejecutivo pidieron la palabra, ya sin cámaras, los presidentes Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Juanma Moreno (Andalucía) y Fernando López Miras (Murcia). Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) no pudo hacerlo por temas de agenda. "Espectacular", resumió Feijóo, según los asistentes. El presidente gallego afirmó que "probablemente" España está ante un cambio de ciclo porque el PP ha logrado reconquistar a los votantes de Ciudadanos y "ha ampliado claramente su espectro político". Antes, en un acto público en Lugo, Feijóo no quiso pronunciarse sobre las dos almas del partido, representadas por Ayuso y él mismo. El líder de la Xunta explicó que había hablado la noche anterior con Casado y que ya está pensando "en cómo tiene que seguir y avanzar para que lo que ha ocurrido en Madrid ocurra en España cuando Sánchez llame a las urnas".

Los 65 escaños logrados por Ayuso le permitirán dejar a Vox fuera de su Ejecutivo, una fuerza a la que ha cortado su crecimiento. Solo necesita su abstención para ser investida porque suma más que todos los partidos de izquierda juntos y, según fuentes del equipo de la ganadora, su intención es "gobernar sola", aunque "es pronto para hablar de consejeros". La conformación de la Asamblea será el 8 de junio, después la toma de posesión, el discurso de investidura y el anuncio de la composición del Gobierno. Por ahora, los ultras no le exigen ninguna cartera. En la Puerta del Sol consideran que Vox no quiere asumir ninguna responsabilidad por el difícil contexto social y económico por la pandemia.

Ayuso estuvo de ronda en varios medios de comunicación para celebrar su buen resultado y avisar a Sánchez: "Seguiremos siendo un contrapeso, un contrapoder". La presidenta mantuvo su estilo directo y desinhibido: "No somos tabernarios ni bombas víricas ni una comunidad de ricos. Somos una comunidad de valientes". El ayusismo empieza su era.