El rumbo de la relación entre el Gobierno y ERC sigue estando en el aire, por mucho que un Govern en solitario de Pere Aragonès pueda sonar ‘a priori’ mejor para los socialistas. En el Ejecutivo de Pedro Sánchez impera la prudencia. Siente que ya ha salido escaldado en anteriores ocasiones y que debe andarse con pies de plomo. Y también advierte de que un Govern “inestable” tiene sus riesgos. 

Por lo pronto, la Moncloa se limita públicamente a lanzar un capote a los republicanos y a reiterar que “cuanto antes haya Gobierno en Cataluña, mejor”. Lo hizo Carmen Calvo, la vicepresidenta primera e interlocutora principal del Ejecutivo con el Govern, apenas media hora después de que se conociera la ruptura de ERC con Junts. La número dos recordó que Sánchez, en su primer Gabinete en solitario y ahora en el de coalición, ha reivindicado el “diálogo” como instrumento para rebajar la tensión con Cataluña y reconstruir puentes y lazos afectivos. Y en este tiempo, recordó, no se han repetido “situaciones terribles” con un referéndum ilegal o una declaración de independencia, como sí sucedió cuando gobernaba Mariano Rajoy. 

Ahora es momento, siguió, de que Cataluña recupere “un espacio de futuro” y su economía "no siga cayendo" y se reactive. Así que “cuanto antes haya Gobierno, mejor”. Calvo tendió entonces la mano a ERC, aunque sin intentar penetrar en el terreno de decisión del partido hermano: “Nuestros compañeros allí, el PSC y el exministro [Salvador] Illa [el candidato en las catalanas del 14-F] siempre están del lado constructivo de esto, siempre. Hemos dado pruebas más que suficientes de saber estar con quien no piensa como nosotros, pero respetando lealmente lo que Cataluña significa para España”. 

"Hemos dado pruebas más que suficientes de saber estar con quien no piensa como nosotros", dice Calvo

"Trampas" permanentes

Calvo también reiteró que ERC es “un partido de izquierdas, progresista, histórico”, como lo es el PSOE. Una formación, dijo, con la que el Ejecutivo alcanza “acuerdos habituales”, porque es un Gabinete “reformista”. “Y en ese sentido esperemos que no haya elecciones en Cataluña, que las instituciones funcionen y haya Gobierno pronto”, concluyó. 

El PSC no tiene por ahora en mente facilitar la investidura de Aragonès, como ha dicho Illa una y mil veces. En la cúpula del partido repetían este sábado que Aragonès dejó claro en su comparecencia que no quería los votos de los socialistas. “Nunca vamos donde no nos quieren”, advertían en el entorno del primer secretario, Miquel Iceta, donde, no obstante, no descartan que si ERC se dirigiera a ellos, podrían hablar. Pero advierten de que la abstención tendría un precio. 

La previsión del Ejecutivo y del PSC es que, ‘in extremis’, ERC y JxCat llegarán a un acuerdo, como ocurrió en 2016. Y esa salida, un Govern en solitario de Aragonès, no tiene por qué ser la óptima, valora un ministro, “porque Junts le pondrá trampas permanentemente”. “Nosotros preferimos lo que sea más razonable y estable”, asegura esta fuente. “Un Executiu débil no es bueno para Cataluña”, abunda un miembro del PSC. 

El PSC no se plantea investir a Aragonès, porque este además rechaza sus votos: "Nunca vamos donde no nos quieren"

El Gobierno, según se desprende del círculo de Sánchez, está pues “a la expectativa”, cauteloso. Si ERC gobierna sola, tendría manos libres para apoyar al Ejecutivo en el Congreso y, a cambio, el PSC podría apoyar iniciativas del Govern en Barcelona. “Esto será día a día, partido a partido. No habrá alivio ni antes ni después de la investidura”, insisten en el Gabinete de coalición. En la Moncloa recuerdan que “ERC es impredecible hasta el último minuto”. 

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Sin embargo, otras fuentes próximas al presidente opinan que un Govern de ERC puede ayudar “mucho” al Ejecutivo, porque permitiría acuerdos “con sumas diferentes, mirar a ambos lados”, a derecha (Cs) y a izquierda. “Un acuerdo de ERC con JxCat lo dificulta todo”, concluye este cargo, porque los puigdemontistas quieren embarcar a los republicanos en una estrategia conjunta en el Congreso de choque frontal con Sánchez. 

De cualquier modo, la ruptura de ERC con Junts es vista por los socialistas como la constatación del “fracaso del independentismo”. Y ya lo advirtieron, recuerdan. Pero, por ahora, no se vislumbra una salida distinta que pase por un acuerdo PSC-ERC para el Govern.