Las “voces vivas, libres e indignadas” del 15M de la actualidad y de hace 10 años se han vuelto a reunir en la Puerta del Sol de Madrid, ese mismo espacio desde el que ayer reivindicaron que “gobierne quien gobierne las calles de defienden”. Así lo manifestó Sergio Sánchez, del Sindicato Libertario y encargado de hacer esta convocatoria pública realizada por Espacio común 15M y autorizada por la Delegación del Gobierno de Madrid para 300 personas, aunque el número de asistentes fue inferior en una tarde soleada en la madrileña Puerta del Sol.

En cuanto al futuro del 15M, Sánchez explicó que este movimiento “evoluciona en función de la evolución política”, por lo que no se puede saber hacia dónde irá, ya que “ni los analistas más expertos son capaces” de decirlo. “Creo que va a continuar el espíritu de lucha y la conciencia de clase”, añadió.

Sobre la escasa afluencia, Sánchez la achacó “al miedo al covid”, aun así defendió que lo que se quiso recordar es lo que han sido y lo que son en un ambiente “lúdico y de festejo”. “Volvemos 10 años después, aunque hemos vuelto todos los años para recordar este aniversario. El espíritu de lucha continúa, el 15M ha tenido su evolución, pero a raíz de ese movimiento han ido surgiendo diversas plataformas y colectivos sociales. El espíritu continúa, con el nombre diversificado”, defendió Sánchez. Asimismo, también matizó que hay “mucha conciencia social creada a raíz de este movimiento”.

En una convocatoria de cuatro horas, y en torno a un escenario a pie de calle en el que destacaba un cartel con el lema: las voces vivas, libres e indignadas colocado en un lateral de la boca del metro de Sol, diferentes asociaciones y colectivos pasaron por el “micrófono abierto”. Así lo hizo Angustias, la abuela del 15M, que pidió a los presentes recordar a “las personas y luchadores que ya no están”. “Ahora le pido a la juventud que haga como yo, que mientras me quede una gota de sangre, no me olvidaré del 15M”, expresó. Un miembro de los Yayoflautas pidió que “nadie diga que el 15M ha muerto” mientras que haya “una familia que pase hambre o que existan pueblos como el de Palestina”.

El origen del 15M fue la crisis socioeconómica de 2008, la corrupción, las desigualdades y los recortes provocaron una ola de indignación social en España. Hace una década, el 15 de mayo de 2011, miles de personas se concentraron en 50 ciudades para exigir que se revirtiera la precariedad bajo el lema Democracia Real Ya. Algunas de estas protestas derivaron en acampadas espontáneas que se alargaron durante más de un mes pese a las citas electorales, las intervenciones policiales y las advertencias judiciales.

Los indignados tomaron el micrófono para alzar la voz. Pero pese a la movilización histórica del 15M, el bipartidismo salió ileso en las urnas con el PP a la cabeza.

El 22 de mayo de 2011, el PP arrasó en las elecciones municipales y autonómicas y el PSOE cosechó una derrota histórica. Los populares recabaron 6,6 millones de votos (37,34%), frente a los 4,9 millones de papeletas socialistas (27,84%).

Los populares ganaron en 11 de las 13 comunidades autónomas llamadas a las urnas y obtuvo mayoría absoluta en 3.304 municipios, mientras que el PSOE hizo lo propio en 1.858 localidades.

Seis meses después, el 20 de noviembre de 2011, se renovaron los 350 escaños en el Congreso. El vencedor de las generales fue el PP de Mariano Rajoy, que logró una holgada mayoría absoluta, con 186 escaños (32 más que en 2008). El PSOE se hundió hasta los 110 escaños (59 menos que en los comicios anteriores). La participación en las generales cayó cinco puntos de 2008 a 2011, del 73,85% al 68,94%.

Cuando se levantaron las acampadas, el legado del 15M se quedó en los barrios de las grandes ciudades y en los municipios a través del relanzamiento de asambleas vecinales y de movimientos sectoriales como las mareas en defensa de los servicios públicos y contra las privatizaciones.

En las instituciones, Podemos se forjó como heredero de las plazas para sacudir el panorama político español. Al grito de «Sí se puede», los morados irrumpieron en 2014 en el Parlamento Europeo, consolidaron sus círculos hasta su entrada en el Congreso de los Diputados en 2015 y pactaron con el PSOE compartir el actual Ejecutivo de coalición. Uno de sus ideólogos, Pablo Iglesias, fortificó su liderazgo hasta la vicepresidencia del Gobierno de Pedro Sánchez, pero su apuesta por dar la batalla madrileña contra el PP y la candidatura de Isabel Díaz Ayuso forzó su abandono de la política la noche del pasado 4 de mayo.

Diez años después, los organizadores del 15M sostienen que sus reivindicaciones continúan vivas al no haberse resuelto problemas como el elevado paro, en especial entre los jóvenes, o la escasez de vivienda.