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Crisis del coronavirus

Ciencia y empresas españolas se unen contra el covid: patentes a bajo coste para evitar la dependencia

El CSIC licencia a firmas nacionales el derecho de explotación de sus inventos patentados en Europa contra el covid-19

El virólogo Luis Enjuanes, en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC

La urgencia por hallar soluciones a la crisis sanitaria del coronavirus ha disparado el ingenio de los investigadores que durante el último año buscan sin descanso remedios eficaces con 'sello español'. Solo el Consejo Superior de investigaciones Científicas (CSIC) ha solicitado a Europa el registro de 150 patentes, 50 más que en 2019, relacionadas muchas de ellas con tecnologías para frenar la pandemia.

Vacunas, test serológicos, mascarillas con nanofibras, espráis nasales y materiales antivirus con nanopartículas de cobre son algunos de los inventos patentados por el CSIC cuyos desarrollos de explotación se han otorgado a empresas españolas para que la ciencia y la innovación salgan del laboratorio a la calle en una lucha sin tregua para vencer al virus.

“Hemos apostado desde el primer momento porque todas las tecnologías se fabricasen en España, renunciando a la exclusividad, y ofreciéndolas a las compañías en condiciones muy ventajosas para beneficiar a la sociedad y evitar la dependencia de otros países que sufrimos al principio de la pandemia”, asegura Javier Maira, responsable de la Estrategia Comercial de la entidad científica.

La empresa que compra la licencia se compromete a abonar unas regalías al Consejo que se calculan sobre un porcentaje de las ventas netas de esa empresa. Todo lo recaudado se reinvierte en más ciencia e investigación. El CSIC negocia ahora con la OMS para que sus tecnologías lleguen de forma gratuita a países en vías de desarrollo.

La esperanza de las vacunas

Los investigadores del CSIC, más de 3.000 en esta institución mastodóntica con más de 120 centros de estudio, se han afanado desde el inicio de la pandemia en buscar vacunas para vencer al virus. Hasta el momento tienen patentados cuatro proyectos que se encuentran en distinto estado de desarrollo.

La vacuna de los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza es la que se encuentra en un estado de elaboración más avanzado, hasta el punto que confían en poder iniciar los ensayos clínicos en personas “de inmediato”. Su desarrollo se ha licenciado a la gallega Biofabri. Tras mostrar el prototipo de vacuna una eficacia del 100% en ratos, Biofabri se encargará ahora del desarrollo del prototipo para las pruebas en voluntarios sanos.

La catalana Hipra desarrolla otro prototipo de vacuna del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. La farmacéutica de Girona confía en obtener el visto bueno a su vacuna a finales de este año y producir 400 millones de dosis durante 2022.

Patentadas, pero sin licenciar se encuentran otras dos vacunas del CSIC.

El trabajo de los virólogos Luis Enjuanes e Isabel Sola se perfila como el “más potente” en la lucha contra el coronavirus por lo que su desarrollo necesita también de más tiempo. Será una vacuna intranasal y de una sola dosis, ha avanzado Enjuanes.

El otro antídoto para el que aún no se ha otorgado licencia de explotación es el desarrollado por Vicente Larraga, convencido que la vacuna que desarrolla su equipo podría “rehacerse en tres semanas” si surgen nuevas variantes del coronavirus.

Test serológicos

Una de las primeras soluciones que dio el CSIC cuando comenzó la pandemia fue la de los test serológicos para suplir aquellos que llegaban de escasa fiabilidad desde China y que acababan en la basura.

En julio del año pasado, un equipo del Centro Nacional de Biotecnología desarrolló el test de anticuerpos en formato Elisa con una fiabilidad cercana al 100%. La biotecnológica Immunostep (Salamanca) ha sido la encargada de producir este kit que detecta tres tipos de anticuerpos y permite conocer a las personas que han estado en contacto con el coronavirus y se han inmunizado.

También se la pedido la patente para el test serológico en formato citometría de flujo que produce la empresa sevillana Vitro. Se trata de un test de anticuerpos de covid-19 ultrasensible que solo necesita una gota de sangre para analizar la muestra y está listo en solo 24 horas.

Mascarillas

Las mascarillas del CSIC que fabrica en Valencia Bionica, empresa de la entidad científica, salieron al mercado en agosto con unos filtros de nanofibras, que garantizan un espesor 60 veces más fino que las normales, y una duración media de 48 horas de uso. Son similares a las FFP2. Se han vendido ya más de un millón de unidades.

Equipos de Protección Individual

Con fieltro de nanopartículas se producen cada semana entre 70.000 y 150.000 equipos de protección individual (EPI) en los laboratorios de Bionica.

Spray nasal y oral

Una empresa belga de la que el CSIC prefiere por el momento no dar información se ha interesado en los espráis bloqueadores del coronavirus que se desarrollan el Instituto de Química Avanzada de Catalunya en colaboración con la Universidad de Barcelona y la de Granada.

Son aerosoles bucales y nasales con lípidos similares a los de la capa más externa de la epidermis que forman una barrera capaz de impermeabilizar las mucosas a la entrada del virus. “No sustituye a las mascarillas”, advierte Javier Maira, quien revela que el proyecto está aún a la espera de superar las pruebas de toxicidad.

Materiales con nanopartículas de cobre

En proceso de desarrollo se encuentran los materiales con nanopartículas de cobre que inhibe las proteínas del coronavirus SARS-CoV-2 y bloquea su propagación. El material, que ya ha sido protegido mediante patente, "es aplicable en recubrimiento de mascarillas quirúrgicas, en tejidos de protección de uso hospitalario, y en recubrimiento de superficies de contacto, como barandillas o pomos en el transporte público", explican los investigadores que se encuentran ahora estudiando su desarrollo industrial para llevarlo al mercado.

Al mimo tiempo, desarrollan un sistema de filtración de aire para captar y detectar el SARS-CoV-2, mientras mantienen la vigencia de la guía presentada en octubre con consejos para ventilar espacios cerrados, sobre todo, las aulas de los colegios.

"Todos nos hemos tenido que poner las pilas para responder ante una situación tan excepcional como la que ha provocado el coronavirus", concluye Javier Maira, fime defensor del sistema de patentes tan debatido en las últimas semanas "porque no deja de ser una herramienta fundamental para la innovación y el progreso de un país", subraya.

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