El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha advertido este miércoles contra la introducción del discurso de odio en la política y ha confiado en que la Comunidad de Madrid no cambie la ley LGTBI y que se haya tratado "de un error o de una negligencia".

Sin aludir directamente a esa ley, el ministro se ha pronunciado en esos términos en una jornada sobre delitos de odio organizada por la Guardia Civil en referencia a "alguna reforma de alguna ley autonómica" de la que ha oído hablar últimamente.

Marlaska ha advertido sobre la "banalización" del discurso de odio, que se ha llevado a la política con algunas manifestaciones, y eso le parece "altamente preocupante" cuando aún el 80 por ciento de los hechos que podrían constituir este tipo de delitos no se denuncian.

Ha defendido la libertad de expresión, un pilar de la democracia que implica escuchar cosas que "casi ponen los pelos de punta", pero esa libertad "tiene unos límites", que son las expresiones que conducen de forma directa "a la violencia, la discriminación y el odio".

Por eso, el ministro ha aplaudido la reacción de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, contra el proyecto de ley húngaro que, entre otros aspectos, prohíbe hablar sobre homosexualidad en los programas escolares y que ha tachado de "vergüenza". "La defensa de los derechos humanos no es política partidista", ha afirmado Marlaska antes de recordar que en el Ministerio se ha creado una oficina de lucha contra los delitos de odio y España es "un referente" en cuanto a formación en ese sentido.