El presidente del Principado, Adrián Barbón, manifestó ayer que el máximo dirigente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, “se equivocó” al no acudir a la Conferencia de Presidentes, que se celebró en Salamanca. Calificó de “error” que Aragonès no acudiera a defender “los intereses de su comunidad” y dejara “sin voz” a los catalanes. Resaltó que pese a que la posición política de Aragonès sea la de “independentista confeso”, debería haber asistido al “máximo órgano de la federalización del Estado”, donde cada comunidad autónoma defiende “sus legítimos intereses”, expresó.

Aseguró que sí es “un acierto” participar en estos encuentros, en los que “más que intereses de España se defienden los intereses de los españoles”. En este sentido, pidió dejar a un lado en el encuentro “los intereses partidistas; debe movernos el bien común”, añadió. Barbón manifestó su defensa de la Conferencia de Presidentes como perfecto ejemplo de la “cogobernanza”, con la que, en su opinión, se debe avanzar “hacia la federalización del Estado”. Considera que este tipo de encuentros son “un éxito” porque han demostrado su “utilidad y capacidad como espacio de debate” y como lugar en el que exponer los intereses de los ciudadanos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras tanto, se esforzó para intentar demostrar que no hay trato de favor a Cataluña y el País Vasco. Explicó a los dirigentes autonómicos presentes en la Conferencia de Presidentes celebrada en Salamanca que la reunión “bilateral” que el Gobierno mantendrá el lunes con la Generalitat de Cataluña no incluirá conversación alguna sobre los fondos europeos, y que el sistema de reparto de estas ayudas se debatirá ese mismo día, pero en una reunión multilateral, “con todas las comunidades autónomas”.

Los colaboradores de Pedro Sánchez también se movieron con el mismo objetivo. Un portavoz del Gobierno aseguró que en la reunión del lunes con la Generalitat de Cataluña solo se hablará sobre asuntos “estatutarios” y “competenciales”. Nada de fondos europeos.

Tampoco faltaron críticas del PP, a la concesión realizada al presidente del País Vasco, Íñigo Urkullu, solo unas horas antes del inicio de la Conferencia. Así, una reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico con la transferencia de tres nuevos impuestos a Euskadi: el IVA de ventas a distancia, el impuesto de transacciones financieras (la llamada “tasa Tobin”) y el de servicios digitales (denominada “tasa Google”). El acuerdo se cerró ayer y se rubricará el jueves próximo, en Madrid. La recaudación de esos impuestos será realizada a partir de ahora por las diputaciones forales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya.