Resulta un ejercicio de alto riesgo bautizar a un curso político que está a punto de empezar como 'de transición'. La alta actividad sísmica que caracteriza a la política actual hace impredecible el futuro a pocos meses vista. Pero, al menos ahora mismo, puede decirse que de aquí a las próximas vacaciones de verano no hay prevista ninguna cita electoral. Los comicios más cercanos serían los de Andalucía, que tocan a finales de 2022.
No faltan los rumores de adelanto electoral, en busca de la estela de la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, pero el PP andaluz, de momento, contiene la tentación. En paralelo, los socios del Gobierno seguirán lidiando este curso con las suspicacias sobre si serán capaces de agotar la legislatura o habrá que precipitar las elecciones generales. Si el calendario no se altera, la cita de Andalucía abriría un ciclo electoral vertiginoso, con municipales, autonómicas y generales en 2023.
Sin elecciones a la vista, pues, la gestión de la pandemia, las tiranteces entre PSOE y Unidas Podemos, la influencia del conflicto catalán y la batalla entre las derechas han provocado múltiples vaivenes en las encuestas en estos primeros ocho meses del año. El promedio de todos los sondeos publicados desde que empezó 2021 consigna una mínima ventaja de Pablo Casado sobre Pedro Sánchez, de apenas 1,4 puntos, en puertas de un curso político clave para la estabilidad del Ejecutivo, vía Presupuestos.
Según esta media ponderada, el PP se sitúa en el 27,3% de los votos, mientras que el PSOE se quedaría en el 25,9% de los sufragios. Traducido en representación parlamentaria, el promedio coloca a Casado con 120 escaños (hoy tiene 89) y a Sánchez con 108 diputados (ahora tiene 120). Los socialistas se mantuvieron por delante durante el primer semestre del año, pero fue perdiendo fuelle coincidiendo con las nuevas restricciones por el covid, las idas y venidas con la vacunación y los indultos del 'procés'.
Los cálculos realizados por EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio, a partir de una fórmula empleada por Ivan Serrano, investigador del IN3 (Internet Interdisciplinary Institute) de la UOC, corresponden a la media ponderada de los principales sondeos publicados. La ponderación se realiza, como en otras fórmulas de este tipo, en función del tamaño de la muestra -cuanto más grande, mayor valor- y de la fecha del trabajo de campo -cuanto más reciente, más significativa-.
Más allá de la pugna por la victoria electoral, Vox se mantiene como tercera fuerza política y apenas sufriría desgaste, pues se sitúa en el 15,2% de los votos y 48 escaños (hoy tiene 52). Unidas Podemos, en cambio, sí perdería fuerza tras su paso por el Gobierno y, siempre según la media de las encuestas, empieza este curso en el 10% y 24 diputados (ahora tiene 35).
Ciudadanos encadenaría el enésimo descalabro y podría quedarse con solo 3 de sus 10 escaños actuales, con lo que se vería superado por ERC (12), Junts (8), PNV (7) y Más País (6).
