La entrada en servicio del AVE gallego, tantas veces aplazada, parece que ahora sí será definitivamente el próximo diciembre. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así lo anunció ayer durante el acto de cierre del Foro La Toja, celebrado durante tres días en O Grove (Pontevedra) en el que participaron destacados cargos políticos, académicos y empresarios. La apertura del último tramo pendiente de la conexión de alta velocidad en Galicia se producirá por tanto un año antes de que, según las últimas fechas comunicadas por el Gobierno, entre en servicio en Asturias la variante ferroviaria de Pajares. Las obras del AVE dentro de Galicia comenzaron en 2005, un año después que las de la referida obra asturiana.

El tramo pendiente que se abrirá es el que enlaza Pedralba (Zamora) con Ourense, de unos 120 kilómetros de longitud, y que es el último que está en obras de la línea Galicia-Madrid. El resto ya está operativo. El mes de diciembre era el último plazo oficial de una larga lista de fechas postergadas –el primer aplazamiento fue en 2010– para completar la línea de alta velocidad. Pero ahora quien lo compromete es el presidente del Gobierno, al certificar las palabras de José Luis Ábalos, siendo aún ministro de Transportes, de que el AVE entraría en funcionamiento antes de finalizar el año.

“Muy pronto, en diciembre, Galicia va a quedar conectada por alta velocidad con el resto del país”, sostuvo Pedro Sánchez en su intervención, en un momento en el que estaba hablando de la necesidad de avanzar en la cohesión territorial de España. La entrada en servicio de este último tramo permitirá, como recordó, acortar en “casi una hora y media” el trayecto entre Madrid y Ourense, que quedará a unas dos horas y cuarto, y a casi tres horas y media de Vigo o A Coruña.

En una primera fase, los trenes que funcionarán serán los actuales de Renfe, que realizarán el recorrido sin necesidad de transbordos. Ya en 2022, se renovará la flota con los nuevos trenes Talgo que se están construyendo. En esta primera fase los AVE puros no podrán pasar de Ourense ante la imposibilidad de cambiar el ancho de sus ejes para circular por la red interna de Galicia, que es de ancho ibérico, mientras que en la conexión con Madrid se utiliza ya el internacional.

Al acabar el acto de clausura, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, valoró que por fin se confirme que en diciembre se estrenará el AVE, lo que pondrá a Galicia en “igualdad de condiciones” que otros territorios. Pero incidió en que falta conocer un dato crucial: “El tiempo de conexión real entre Galicia, sus ciudades y Madrid, porque se necesita un material rodante que está en construcción sin el cual no se podrá llegar a Madrid en tres horas”.

También ayer, Adif informó de que ya ha entablado conversaciones con nuevos operadores ferroviarios que estarían interesados en explotar varias líneas en España, entre ellas la alta velocidad a Galicia.

“El valle de la lengua”

Gran parte de su intervención la dedicó Pedro Sánchez a lanzar un mensaje de optimismo sobre la fortaleza de la recuperación económica de España después de los estragos de la pandemia. Enfatizó el “éxito de cogestión y cogobernanza” experimentado durante la crisis sanitaria, insistió en la necesidad de avanzar en la cohesión social y territorial y pidió no solo el concurso de la masa empresarial, sino que reclamó “acuerdos políticos de Estado” a medio y largo plazo para afrontar los desafíos que presenta el futuro, que, a su juicio, son la transición ecológica, la digitalización de la economía, el cambio de modelo energético, y la actualización del modelo educativo.

Para ello, Sánchez advirtió de que hace falta “contar con el concurso de todos” y “movilizar los recursos necesarios para lograr” esos objetivos, para lo que resulta imprescindible una “fiscalidad justa” para consolidar el Estado del Bienestar.

Pedro Sánchez desgranó algunos planes que tiene previsto el Gobierno desarrollar con los fondos europeos. Entre ellos figura un proyecto estratégico, que se llevará en las próximas semanas al Consejo de Ministros, destinado a generar oportunidades de negocio teniendo como base el castellano. Se llamará “El español, valle de la lengua” y con él quiere aprovechar el potencial del idioma en multitud de campos como la tecnología, el turismo o la industria.

Los empresarios urgen conocer “la letra pequeña” para acceder a los fondos europeos

“No conozco los detalles del PERTE del automóvil y han pasado seis meses desde su anuncio”, lamentó ayer José Vicente de los Mozos, director general adjunto del grupo Renault. Esto significa que el sector no participa en el diseño del primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que contará con 4.300 millones de euros de fondos europeos hasta 2023 para impulsar el vehículo eléctrico en España, según se puso de manifiesto en un coloquio empresarial durante el Foro La Toja. Habrá también un PERTE para el sector agroalimentario dotado con mil millones e Hijos de Rivera tiene proyectos por valor de 400 millones para presentarse. “Tampoco sé los detalles. No puede ser tan difícil, ¿qué van a medir y tener en cuenta para elegir los proyectos: el empleo creado, la descabornización, ...?”, se quejó Ignacio Rivera, primer ejecutivo de Hijos de Rivera. Por su parte, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, demandó “colaboración público-privada” ante la “oportunidad histórica” de que España reciba 140.000 millones de euros de la UE para impulsar la economía tras la pandemia.