"Más Madrid como partido puede ser un fake, pero el liderazgo de Mónica García es sin ninguna duda el más fuerte de cualquiera de los partidos que hay ahora mismo en la oposición". Con estas palabras se pronuncia alguien que conoce bien a los distintos partidos de izquierdas en Madrid, pero hay una gran fracción del PSOE de la Comunidad de Madrid que duda de que la primera parte sea cierta. Y en las primarias que se celebran hoy para elegir al nuevo secretario general de la formación, los socialistas madrileños buscan, entre otros, rearmarse orgánica e ideológicamente ante esa posibilidad.

La estructura territorial del PSOE en la región no es comparable a la de los dos partidos que se disputan los votos de la izquierda. Ni Más Madrid ni Podemos alcanzan en número de militantes (alrededor de 14.000), organizaciones territoriales, concejales (más de 600) o alcaldes (casi 60) del PSOE, pero ante la “magnitud del desastre” de las últimas elecciones y los movimientos que se están dando a su izquierda, los socialistas persiguen coger carrerilla antes de que su principal oponente a ese lado del arco ideológico, Más Madrid, se asiente y fortalezca su esqueleto orgánico o asambleario en la región.

Fortalecer el partido

Apunta un miembro de la formación socialista que el “arraigo territorial” de Más Madrid no es todavía hoy un problema para el PSOE, pero advierte de que puede serlo dentro de un año cuando encaren la próxima convocatoria electoral de 2023 si no se han hecho los deberes desde su propia formación. El liderazgo que surja de las primarias de hoy tendrá que fortalecer el partido internamente, recomponerlo e ilusionar de nuevo a sus bases y simpatizantes para frenar que los de Mónica García sigan atrayendo a nuevos afiliados.

Según se desprende de los datos de Más Madrid, las raíces de la formación en la Comunidad crecen lentamente. El sorpasso de este partido al PSOE el pasado 4-M supuso para el equipo de Mónica García un acelerón en el número de afiliados (cerca de 700 más desde la campaña), la inscripción de más de un millar de voluntarios (1.302) o de apoderados (1.590). Desde entonces han trabajado para fortalecer la participación de su gente en los distintos municipios, consolidando, por un lado, 25 asambleas nuevas en diferentes municipios de la Comunidad y creciendo en las que ya están afincadas en Madrid capital, y por otro, con 13 asambleas sectoriales. Su fuerte está en el sur, el sureste y la sierra noroeste de la Comunidad, pero aseguran que existe cierto equilibrio territorial en cuanto a militantes y tienen en marcha un plan de formación en distintas áreas con el que confían seguir extendiendo sus redes por el territorio.

Proyecto de izquierdas

Este frente orgánico que facilita la movilización en tiempos de campaña, se une, además, a la posibilidad de que la plataforma de izquierdas de Yolanda Díaz coja fuerza también a nivel autonómico si finalmente Mónica García opta por convertirse en su brazo electoral en la región. El PSOE-M que surja de la contienda de hoy tendrá que lidiar con ambas cosas. Aunque está por ver, si la alianza de mujeres dirigentes se produce y la actual líder de la oposición en la Asamblea opta por ir por libre sin el apoyo de Iñigo Errejón, dónde se quedarán esas bases en las que ahora invierte su tiempo el partido.

En el PSOE hay quienes consideran que el sorpasso que se produjo en las últimas elecciones del 4-M en Madrid tienen más que ver con una mala campaña del entonces candidato, Ángel Gabilondo, y con la eclosión de la incertidumbre por la pandemia que con la fragilidad del partido. Y para muestra, dicen, el éxito que obtuvo en las anteriores, donde ganó a Isabel Díaz Ayuso pero no pudo gobernar porque Ciudadanos prefirió aupar al Partido Popular. Pero frente a esta argumentación, otro compañero del partido pone el foco en que ni siquiera en un momento convulso para la derecha, con el fraccionamiento producido en 2019 y los problemas que aún arrastraban por la moción de censura nacional y la corrupción, ni siquiera entonces, el PSOE-M logró una mayoría suficiente.

En cualquier caso, las distintas fuentes consultadas creen que el socialismo madrileño tiene una oportunidad para fortalecer y modernizar el partido en estas primarias y confían en que el nuevo secretario general, sea quien sea, tenga capacidad para frenar el avance de los partidos que quedan a su izquierda y centre la confrontación en Ayuso.