José Bono ha admitido que durante su etapa como ministro de Defensa (2004-2006) conversó con el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, sobre los pagos destinados a la actriz murciana Bárbara Rey para que no trascendiera la presunta relación sentimental que había mantenido con el entonces Jefe del Estado, Juan Carlos I.

Así consta en una respuesta por escrito enviada a 'El Periódico de España', en la que de forma textual asegura: "El director del CNI, Alberto Saiz, me despachó en su día el tema que usted me plantea, pero no tenía presentes todos los detalles cuando usted me preguntó. Por eso, para responderle con precisión, he llamado a Alberto Saiz, y me ha confirmado que se cumplieron mis instrucciones de que, en ese caso y en todos, con el presupuesto del Estado, incluidos los fondos reservados, no se pagaron nunca asuntos de interés privado, aunque afectara a cargos públicos como el que usted plantea", ha especificado José Bono.

Esta redacción publicó este martes que las empresas de Ibex Repsol, Telefónica y Santander habrían abonado un total de 5,4 millones de euros en seis años a la cantante murciana, tal y como consta en los diarios de José Manuel Villarejo. En su agenda el comisario jubilado escribió que la petición a las empresas procedió de José María Aznar. El expresidente del Gobierno del PP no ha contestado las preguntas enviadas por este diario a uno de sus colaboradores sobre la supuesta petición a las empresas para frenar un presunto chantaje contra Juan Carlos I.

"Donantes externos"

La información publicada por esta redacción especifica que la fuente de la misma, según Villarejo, era el empresario leonés Ramón Blanco Balín, amigo de juventud de José María Aznar, que fue vicepresidente y consejero delegado de Repsol, una de las empresas que supuestamente abonaron el dinero a Bárbara Rey. Los nombres de las tres compañías del Ibex completan los interrogantes que había dejado el exdirector del CNI Alberto Saiz en la entrevista que concedió al programa 'Salvados' de La Sexta, en la que aseguraba que "donantes externos", sin especificar cuales, habían abonado importantes cantidades de dinero a la actriz en busca de su silencio.

En este sentido José Bono ha destacado en su respuesta por escrito que nunca ha tenido "constancia documental" de que un grupo de particulares o empresas liquidara o pagara deudas o compromisos ajenos, o propiciara contratos en televisiones públicas con la intermediación del CNI: "Pero si fue así, dejó de serlo desde 2004", completa Bono, que alude al año en el que se convirtió en titular del Ministerio de Defensa, bajo cuyo control se encuentra el CNI.

"Dicho esto, puedo asegurarle que en mi época de ministro nadie recibió ni un euro del presupuesto de Defensa por tener relaciones con el Jefe del Estado", ha continuado José Bono, que alude que el caso de Juan Carlos I y Bárbara Rey fue "muy accesorio", por la relevancia de otros asuntos.

"Otra cosa es el dinero"

"Pero con el tiempo todo se sabe. Los reyes también quedan desnudos ante la historia: acaba sabiéndose todo sobre sus vidas, negocios, amores. Ahora bien, sus 'pecados' de la carne, como los de cualquier otro ciudadano, siempre lo son por debilidad, nunca por malicia. Otra cosa es el dinero", ha completado el exministro del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha destacado que sus preocupaciones principales como máximo responsable del CNI fueron la lucha contra ETA, los atentados del 11-M y la retirada de las tropas de Irak.

Villarejo anotó en su diario que Blanco Balín confesó que el expresidente del Gobierno "le pidió que pagara a Bárbara Rey 300 millones de pesetas [1,8 millones de euros] en seis años”, según consta en una anotación del 27 de septiembre de 2015, adelantada por 'El Periódico de España'.

Siempre según las agendas, Ramón Blanco Balín, quien tenía intención de llegar a un acuerdo para declararse culpable en el caso Gürtel, informó a Villarejo, entonces comisario en activo, que Telefónica y el Santander también habrían pagado dinero a la actriz, lo que elevaría la cifra final a 900 millones de pesetas [5,4 millones de euros]: “En total fueron seis pagos anuales de 150 millones de pesetas [900.000 euros]. Ellos le daban el dinero al Cesid y estos a la artista”, escribió el polémico ex mando policial en sus agendas, a las que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón otorga credibilidad.

Esta es la contestación íntegra de José Bono ante las tres preguntas de 'El Periódico de España':

Como ministro de Defensa que tenía al CNI en su ámbito de competencias, tuve mucha relación con los servicios secretos y el motivo principal era ETA.

Recuerdo muy bien cómo el día 27 de abril de 2004 me reuní con la cúpula del CNI y les pedí: “Extremen todo su esfuerzo para acorralar a ETA: tenemos que saberlo todo sobre ellos: dónde comen, de qué hablan, sus redes de amigos, los ingresos de sus allegados... Debemos trabajar para que maldigan el día que entraron en la banda terrorista”. Me llamó la atención que el director de Inteligencia se emocionara y hasta se le quebró la voz hablando de la lucha antiterrorista. Sentía los colores de la libertad y de España. Así lo tengo anotado en mi diario.

Otros dos asuntos -el atentado del 11M y la retirada de las tropas de Irak- me ocuparon casi en exclusiva en los primeros tiempos de ministro. Lo demás era muy accesorio. Pero con el tiempo todo se sabe. Los reyes también quedan desnudos ante la historia: acaba sabiéndose todo sobre sus vidas, negocios, amores. Ahora bien, sus “pecados” de la carne, como los de cualquier otro ciudadano, siempre lo son por debilidad, nunca por malicia. Otra cosa es el dinero.

Dicho esto, puedo asegurarle que en mi época de ministro nadie recibió ni un euro del presupuesto de Defensa por tener relaciones con el Jefe del Estado. El director del CNI, Alberto Saiz, me despachó en su día el tema que usted me plantea, pero no tenía presentes todos los detalles cuando usted me preguntó. Por eso, para responderle con precisión, he llamado a Alberto Saiz, y me ha confirmado que se cumplieron mis instrucciones de que, en ese caso y en todos, con el presupuesto del Estado, incluidos los fondos reservados, no se pagaron nunca asuntos de interés privado, aunque afectara a cargos públicos como el que usted plantea.

No tengo constancia documental de que un grupo de particulares o empresas liquidara o pagara deudas o compromisos ajenos, o propiciara contratos en televisiones públicas con la intermediación del CNI como usted sugiere, pero si fue así, dejó de serlo desde 2004.