El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz compareció en la comisión Kitchen del Congreso de los Diputados teniendo muy presente que está imputado en la Audiencia Nacional en la pieza del mismo nombre, que está enmarcada en el caso Tándem, en el que se investigan las cloacas policiales y el principal imputado es el excomisario José Manuel Villarejo. No se negó a declarar, pero lo que dijo fue todo lo que le pudiera exculpar. Eso sí, también puso cuidado en extender la exculpación a las únicas personas que como ministro, dijo, le podían haber dado instrucciones para proteger al PP: el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la que era secretaria general del partido,  María Dolores de Cospedal.

Como en sus recursos en la Audiencia Nacional había mantenido que si ella estaba fuera de la investigación judicial, él también debería de estarlo, se justificó: "Yo no acuso a nadie; yo me estoy defendiendo". Solo reconoció que, aunque no quería decir que había sido traicionado, sí se sintió "decepcionado".

Eso no el impidió negar tajantemente que Rajoy o Cospedal le hubieran dado instrucciones para usar el ministerio para proteger el partido ante casos de corrupción, como PúnicaLezo o Gürtel. Tampoco lo habría permitido, aseveró, para añadir que "con su conocimiento" Cospedal no tuvo ascendente alguno en la policía, pese a lo que parece trasladarse de los audios intervenidos a Villarejo.

"Sin mi conocimiento"

Fernández Díaz negó incluso conocer que durante su mandato "hubiera habido alguna operación de nombre Kitchen" o con los hechos que se le atribuyen: el espionaje al que era tesorero del PP Luis Bárcenas. "Si esa operación se hizo, se hizo sin mi conocimiento. Nadie me habló de esa operación", aseveró. Ante las dudas que mostraban los diputados sostuvo que bajo su responsabilidad en Interior había 200.000 personas y que él no trataba con los policías, porque se trata de un cuerpo jerarquizado.

Aseguró que fue el exdirector general de la Policía, Juan Cotino -fallecido por covid-, quien le habló de Villarejo. Le comentó que "había un comisario en el Ministerio del Interior que durante su mandato como director general había prestado servicios importantes y que sería bueno que lo conociera". Por eso le dijo a su secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, también imputado, que hablará con él. "Con Villarejo solo crucé dos palabras en cinco años, gracias a Dios".

La sesión de la comisión concluyó con las preguntas de la diputada de la CUP Mireia Vehí tras las que llamó "vil" a Fernández Díaz, al que acusó de tener como "modelo de patria el de las cloacas". El exministro le respondió que a él tampoco a él le gustaba el modelo de patria de ella, pero le aseguraba que nunca haría "nada ilegal contra él".

Manipuladas

Sobre la conversación en su despacho con el que era responsable de Antifrau, Daniel de Alfonso, en la que parecían mostrar interés en investigar a políticos catalanes, Fernández Díaz sostuvo que la hizo el número dos de la policía Eugenio Pino, "no con intención malévola, sino operativa", pero se publicó manipulada para dañarle por optar a la alcaldía de Barcelona.

"Las cintas fueron manipuladas claramente con la intención de dañarme, porque iban comentadas y yo era cabeza de lista por Barcelona. Sale que estoy conspirando para destruir el sistema sanitario catalán, el ministro del Interior... ¿Sabe de qué hablábamos? De Alfonso dijo que estaba orgulloso de haber destruido una red de corrupción del sistema público catalán. Y eso de 'la fiscalía te lo afina" no es una expresión que yo digo. La policía científica me envió un informe que acredita que lo que digo es 'en fin hago una gestión'", respondió a la diputada de Esquerra.

Sostuvo que tenía "la convicción moral" de saber quién las publicó, pero no tenía pruebas, por lo que rehusó decir a quien le atribuía la manipulación para no arriesgarse a la interposición de una querella en su contra.

La comisión de investigación de la Kitchen se reanudará el próximo día 9 con la comparecencia de María Dolores de Cospedal, que ya estuvo citada, pero se suspendió tras ser citada en la Audiencia Nacional.