Un total de 2.354 años de cárcel. Es la condena que el fiscal Pedro Rubira solicita para José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera, por el atentado terrorista contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987.  ETA asesinó a cinco niñas, a dos mujeres y a cuatro guardias civiles mientras dormían. Otras 88 personas resultaron heridas. El ministerio público considera que Ternera es autor como inductor y cooperador necesario de 99 delitos de asesinato consumado o frustrado. Tiene 70 años.

Llega a esta conclusión a partir de la investigación realizada por la Guardia Civil en la que se concluye que Ternera, que antes de fugarse fue ocupaba el cargo de diputado de Batasuna y era compañero de grupo parlamentario del actual coordinador de general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, perteneció ininterrumpidamente al máximo órgano decisor de ETA, es decir, al Comité Ejecutivo. Fecha su papel desde 1975 hasta la fecha de su detención en la localidad de Bayona el 12 de marzo de 1989. "Primero como responsable máximo del aparato internacional hasta que en 1984, tras la detención de Eugenio Echeveste, alias Antxon, le sustituyó en la dirección del aparato político", recalca el fiscal. A partir de ese momento Ternera asumió la jefatura de los aparatos internacional y político "siendo uno de los máximos dirigentes de ETA que se ha mantenido a la cabeza de la organización terrorista durante un periodo dilatado de tiempo".

Atentado en la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987. ÁNGEL DE CASTRO

El Ministerio Fiscal no tiene ninguna duda de que el atentado ocurrido el 11 de diciembre de 198 fue una respuesta a la detención del dirigente de la organización terrorista Santiago Arróspide Sarasola, conocido como Santi Potros, el 30 de septiembre de 1987 en la localidad francesa de Anglet. La caída de este asesino conllevó la detención de un centenar de integrantes de la organización terrorista. Lo decidieron y planearon, según la acusación popular, el propio Ternera y los condenados Francisco Múgica Garmendia y José María Arregui Erostarbe.

Fue, al parecer, en una reunión en el sur de Francia en la que se pidió al comando Argala, es decir, a los condenados Henri Parot, Jaques Esnal, Jean Parot y Frederick Haramboure, que se trasladaran a Zaragoza para colocar un automóvil-bomba en el acuartelamiento que al propio tiempo albergaba los domicilios y familias de los miembros de la Benemérita destinados en aquel emplazamiento.

Para cumplir tal finalidad, la colocación del vehículo bomba, "Parot se trasladó a la capital aragonesa en unión de otro, recabando datos suficientes sobre el emplazamiento, movimientos y circulación en el cuartel, regresando a Francia para dar cuenta de todo ello a Francisco Múgica Garmendia". "Por su parte, José María Arregui Erostarbe, responsable del aparato de logística y experto en explosivo, se encargó de dar a Parot y a los otros miembros del comando el montaje del sistema de carga a emplear en el automóvil-bomba al ser la primera vez que se empleaba dicho procedimiento".

Días antes del atentado, Henri Parot, Jaques Esnal, Jean Parot y Frederick Haramboure llegaron a la capital aragonesa en dos vehículos, un Renault 11 propiedad de Henri Parot y un Ford Escort. Se dirigieron a una zona industrial de dos vehículos que estaban preparados, Renault 18 y Peugeot 205, que fueron remitidos por orden del comité ejecutivo de ETA. "Después, los hermanos Parot, Esnal y Haramboure se dirigieron al lugar señalizado con un croquis proporcionado por Garmencia, una arbolada junto al río Ebro, donde en unos bidones enterrados encontraron 250 kilos de amonal y tres botellas de acero seccionadas horizontalmente", relata en su escrito de acusación el fiscal.

El 11 de diciembre, sobre las 06.00 horas, Parot y dos más que no identifica el ministerio público, circuló con el Renault 18 cargado de explosivo hasta la puerta principal de la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Puso el dispositivo de detonación en marcha y salieron huyendo en otro vehículo. De allí a Francia.

Una acusación eleva la condena

Jorge Piedrafita abogado que dirige la acusación popular en nombre de AEGC y la particular en nombre de Antonio Frutos y Carmina Ortuño, víctimas del atentado, solicita 2776 años de prisión contra el dirigente etarra por los 11 asesinatos y 0tros 96 asesinatos en grado de tentativa por dar la orden de cometer el brutal atentado contra la casa cuartel de Zaragoza. Considera que "hay numerosa prueba para acreditar los hechos en una vista donde se mantendrá una acusación firme y vigilante para lograr justicia y resarcimiento a los guardias civiles y su familias que padecieron la masacre terrorista más grave en Aragón que llegan muchos años esperando".

Ternera momentos antes de su detención tras años de fuga. EP

Ternera vivía desde hace al menos seis meses solo en un refugio de montaña entre pistas de esquís cerca de la localidad de Saint Gervais les Bains, en los Alpes franceses, hacía deporte de forma continuada y llevaba en el momento de su detención 4.000 euros, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Ahí se hacía pasar por escritor venezolano. Aseguraba que se llamaba Bruno Martí, según contó un guardián del chalé al pie del Ptateau de La Croix, en Saint Gervais, a un grupo de periodistas españoles. En el momento de la detención en un aparcamiento de un centro médico en Sallanches a manos de agentes de la DGSI francesa y del Servicio de Información de la Guardia Civil que le seguían la pista, 'Ternera' trató de explicar en francés que se trataba de un error para despistar a los agentes, aunque finalmente no ofreció resistencia y fue esposado. No iba armado.

Su aspecto, como prueba una fotografía del momento en el que fue detenido, muestra a un Urruticoetxea visiblemente desmejorado con respecto a las últimas fotografías suyas antes de fugarse en 2002, cuando era parlamentario por Euskal Herritarrok y evitó declarar en el Tribunal Supremo por ordenar el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en 1987.

En el momento del arresto en la operación 'Infancia robada', en recuerdo de los niños asesinados por ETA, lucía una gorra y ropa deportiva, y también portaba una mochila y llevaba gafas. Estaba acompañado por un varón que fue interrogado y quedó en libertad.